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Silencio en la Corte de Honor: las falleras, obligadas a limitar su actividad en las redes sociales

Las candidatas firman un documento para no ser excluidas del proceso en el que, entre otras cosas, reciben instrucciones sobre el uso de las redes sociales y medios de comunicación

13/10/2016 - 

VALENCIA. Sin espacio entre una y otra, Valencia cambia de fallera mayor con mayor fluidez que España de presidente. Desde el lunes, Raquel Alario Bernabé es la nueva Alicia Moreno, habiendo sido ésta elegida para ser "embajadora" de la fiesta en 2017. Si el año pasado los comentarios de gran parte de los medios de comunicación giraban en torno a la edad de la segunda -mayor de lo habitual-, este ejercicio se dirigen a la altura de la primera. Y es que su capacidad para generar un discurso propio está limitada por una estructura superior a ella y que, en ocasiones, ha propiciado que se las vea como “mujer florero”, tal y como confesaba la fallera mayor de 2016 en una entrevista a Cultur Plaza. Este año, el control se ha formalizado con un documento que hubieron de firmar las 72 preseleccionadas en septiembre y otro, basado en la información que desde hace años se les proporciona pero con alguna modificaciones, para las 13 elegidas en octubre (fallera mayor y corte de honor).

El escrito, un documento de 10 páginas en valenciano y castellano, aconseja a las candidatas sobre cuestiones como indumentaria, comunicación y uso de las redes sociales, unas bases que hubieron de firmar para no ser excluidas del proceso de selección y de las que, al menos en la fase donde todavía eran 72 candidatas, no disponen de copia. Fue el pasado 7 de septiembre cuando las falleras fueron reunidas en la sede de Junta Central Fallera (JCF), donde se les repartió el documento, que leyeron juntas y les fue explicado por Pepe Martínez Tormo, secretario general de JCF; Mercedes de la Guía, encargada de las relaciones públicas, y Montserrat Català, delegada de relación con los medios de comunicación. Entregados en la puerta, se comunicó a las presentes la decisión de haber adelantado la charla que habitualmente se hacía solo con las 13 finalistas

Foto: Eva Máñez.

“Nos dijeron entre bromas que si había alguna que no firmaba no saldría en la foto […] Quedó claro que era una condición indispensable”, explica una de las falleras que participó en el proceso y que prefiere no desvelar su identidad. Ese documento debía ser leído y firmado en la sala donde estaban reunidas y, después, entregado a los representantes de JCF sin recibir ellas copia. Según explica una de las falleras que estuvo presente, una de ellas demandó una copia para llevarla consigo, una petición que cayó en saco roto. “Se excusaron con mucho estilo”. Aunque los comentarios se siguieron entre las participantes, las intentonas no fueron más allá. “Cuando estás dentro lo acatas, no puedes protestar porque no sabes si te va a afectar”, añade una de las participantes del proceso de selección, que lamenta que “todo sigue estando igual” a pesar de la "promesa de cambios", indica.

Coto a la comunicación online

A grandes rasgos, y por lo que respecta a la comunicación de las candidatas, desde Junta Central Fallera se especifica que deben limitar su uso de las redes sociales, con lo que muchas de ellas han optado por eliminar o ‘cerrar’ sus cuentas al público, y poner coto a la publicación de fotografías de carácter personal decantándose por las imágenes oficiales, así como evitar aquellas de carácter lúdico y/o tomando alcohol que puedan perjudicar a la imagen de la institución, un control al que, por ejemplo, cargos como pueden ser los concejales no están sometidos. Del mismo modo se les aconseja que no acepten como amigos o seguidores a gente que no conozcan en el caso de que quieran mantener su cuenta en alguna red social de manera privada.

Somos partidarios de que usen las redes sociales lo menos posible este año. Son figuras, un cargo representativo y deben mantener la imagen, el decoro”, explica el secretario general, Pepe Martínez. Precisamente esta cuestión ha sido objeto de debate después de que el lapsus de Sara Monsalvatje en una entrevista al periódico Levante-EMV tomara repercusión en medios de comunicación de ámbito nacional, una cuestión que no ha tenido respuesta pública por parte de la fallera en ningún momento. “La fallera mayor y la corte de honor pasan a ser personajes públicos, representantes de Junta Central Fallera. Todas las entrevistas e intervenciones públicas deben ser aprobadas por la junta directiva y la delegación de medios comunicación”.

Foto: Armando Romero/ Junta Central Fallera

Aunque desde Junta Central Fallera se indica que sí se facilitará una copia del documento a las 13 candidatas, el contenido de este no será publicado ni el Portal de Transparencia del Ayuntamiento de Valencia ni en las propias vías de comunicación del organismo municipal, una información que les es transmitida a las falleras directamente en una reunión para tal efecto, encuentro en el que firman el documento y lo devuelven al organismo. Según explica el propio secretario general, con la firma del documento han querido ganar en “protección y compromiso” por parte de las candidatas, un texto que, efectivamente, es excluyente, pues tal y como confirma, la no adhesión a este supone el abandono del proceso de selección. “No nos hemos encontrado con nadie que no quiera firmarlo, ni les hemos forzado. Es como un contrato de trabajo, aceptas o no. Al final son pautas de comportamiento […] Hay una diferencia entre que te las cuenten y tenerlas por escrito. Queríamos conseguir que las comprendieran y entendieran, garantizar su atención”.

Del mismo modo, y aunque recalca la libertad en sus respuestas, una comunicación que, efectivamente, en años anteriores no ha sido mejor, llegando a limitarse el tipo de preguntas que podía efectuar el periodista, sí se aconseja a las candidatas que “no es conveniente” que se pronuncien sobre temas polémicos, pues “han de saber en qué ámbito se mueven”, indica. “Aconsejamos que actúen con todo el sentido común de mundo”. Una de las prohibiciones explícitas se refiere a que no pueden prestar su imagen a marcas comerciales o a cualquier tipo de actividad empresarial de promoción de productos y servicios, pues “representan a una institución y mucha gente quiere aprovecharse de ello”. De igual manera, sí reconoce Martínez a este respecto que la recepción de regalos es un tema “muy complicado de gestionar”.

"A partir de ahora, durante todo un año seréis un espejo para los falleros y representantes de la fiesta entre todos los valencianos, pero también seréis embajadoras activas ante los visitantes y foráneos", expresó el alcalde de Valencia, Joan Ribó, a las recién elegidas fallera mayor y fallera mayor infantil para 2017 durante el acto de proclamación, que tuvo lugar el pasado lunes en el hemiciclo de la casa consistorial. Habrá que esperar pues a la generación de 2018 para saber cómo evoluciona la norma en torno a las mujeres "embajadoras" de las Fallas.

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