VALENCIA. La patronal de la provincia de Valencia (CEV) impone nuevas condiciones a sus socios para implicarse en el rescate de la patronal autonómica Cierval, frustrado después de que la patronal de Alicante (Coepa) diera marcha atrás en su compromiso de apoyar la reforma estatutaria de la organización autonómica a cambio de que le perdonase la mayoría de su deuda.
Con las nuevas condiciones, la organización que preside Salvador Navarro asegura que sólo se implicará en el rescate de la patronal autonómica Cierval si sus socios de Alicante y Castellón se comprometen a cargar con sus propios pufos, esto es, con las devoluciones que la administración les exige por no justificar adecuadamente las subvenciones. La mayoría de estos expedientes de reintegro afectan a la castellonense: 769.000 euros.
En 2015, las pérdidas de Cierval se dispararon hasta 1,5 millones al tener que hacerse cargo de esas deudas, ya que ni Coepa ni la castellonense CEC tienen capacidad económica para hacerlo.
Según ha informado la confederación empresarial en un comunicado, sus órganos de gobierno han acordado este jueves apoyar y "buscar soluciones a la crítica situación de Cierval", pero exige que el plan de futuro venga precedido de un "doble compromiso" de sus socias fundadoras.
El objetivo, según explican fuentes de la organización, es acelerar las posibles soluciones para la organización autonómica y no agotar los cuatro meses de plazo que concede el preconcurso de acreedores.
La CEV considera que cada una de las partes de Cierval "debe asumir las responsabilidades derivadas de la gestión autónoma de los programas y convenios de los que ha sido y es beneficiada Cierval y afrontar de forma inmediata los requerimientos, habidos y por haber, de la administración por irregularidades en la gestión.
De este modo, la CEV ha concretado una serie de "consideraciones previas irrenunciables" para acordar con la CEC y Coepa las condiciones de un posible plan de viabilidad para Cierval:
Con esos compromisos, la CEV considera que Cierval logrará la "solvencia y viabilidad económica" que necesita, un trabajo "arduo" en el que, según la patronal de Valencia, "no sobra nadie".