VALENCIA. La falta de mano de obra en los muelles está obligando al Puerto de Valencia a desviar buques portacontenedores a otros recintos. La disponibilidad de personal en la empresa que presta el servicio de estiba portuaria en Valencia Sevasa-Sagep se ha reducido a la mitad en los últimos días ante la imposibilidad de incorporar a trabajadores eventuales que cubran los turnos durante el verano. El motivo es la falta de acuerdo definitivo sobre el nuevo convenio de los trabajadores portuarios que está a punto de cerrarse tras casi tres años de negociación con varias interrupciones y conatos de huelga.
Según trasladaron a este periódico fuentes de Sevasa, la imposibilidad de abrir la bolsa de empleados eventuales ha frenado la entrada de 85 estibadores que debían haberse incorporado a la empresa hace semanas. Esa falta de mano de obra afecta doblemente a la operativa portuaria. Por un lado, entre el lunes y el martes se han producido desvíos puntuales que se teme que puedan convertirse en definitivos. Por otro, los trabajadores en activo han reducido el número de movimientos para ralentizar la actividad como medida de presión, según indican fuentes empresariales.
La dirección y el comité están a un paso de cerrar el acuerdo y las conversaciones se mantienen abiertas. Según la representación de los trabajadores, el acuerdo está cerrado a falta de un fleco de tipo jurídico. El punto de fricción, como en momentos anteriores de la negociación, es el reconocimiento en el convenio de las tareas complementarias como la carga y descarga de vehículos.
Los estibadores aspiran a reflejar en el convenio esas tareas que, según defienden, ya realizan en la actualidad. Por su parte, la empresa considera que se trata de una cuestión que se ha de resolver en el ámbito nacional, por lo que quedaría a expensas de la reforma pendiente de la Ley de Puertos a la que España está obligada tras la sentencia del Tribunal de Justicia de Luxemburgo que impuso la liberalización del trabajo portuario.
El último repunte de la tensión entre empresa y trabajadores pone en peligro el objetivo de la Autoridad Portuaria de Valencia de movilizar 4,7 millones de contenedores TEU este mismo año. Pero el mayor temor es que Valencia pueda convertirse en el epicentro de un conflicto que es nacional. "Como es lógico, las partes eligen el escenario donde sus reivindicaciones puedan tener más impacto y ese escenario es el puerto de Valencia", aseguraba este martes el presidente de la APV, Aurelio Martínez, para apremiar al Ministerio de Fomento a abordar de una vez por todas la reforma de la ley que permita cumplir con la sentencia europea.
Sin embargo, la APV maneja unos tiempos diferentes a los de Puertos del Estado. Su presidente, José Llorca, que este martes asistió en Valencia a la presentación de la nueva terminal de Noatum, admite que la reforma de la ley no se llevará a cabo al menos hasta que se elija un nuevo gobierno que sustituya al actual en funciones.
Martínez aprovechó este martes la visita de la ministra de Fomento al Puerto de Valencia para trasladarle que se trata de un asunto "absolutamente prioritario" para que la APV pueda alcanzar su propósito de reducir un 15% en promedio el coste de los servicios portuarios, que dependen sobre todo de la estiba.
"Todo nuestro esfuerzo por reducir costes y mantener nuestra competitividad requiere que con urgencia aprobemos la ley de estiba que lleva un retraso de año y medio y que permitirá adaptar nuestra normativa a las exigencias comunitarias", dijo el presidente de la APV. Por ello, Martínez reclamó el apoyo del Ministerio de Fomento para que el "esfuerzo" por mantener la competitividad no resulte baldío.
"Hoy puedo adelantar que casi hemos alcanzado un acuerdo. Y si así se consigue será una gran noticia para todos. Habremos demostrado otra vez que esta comunidad portuaria está dispuesta a hacer todos los sacrificios que sean necesarios para conseguir mantener nuestra competitividad", manifestó el responsable de la APV.
Según explicó Martínez, que no se refirió a los desvíos de buques sufridos en las últimas horas, el retraso en la reforma "está generando un marco de incertidumbre en todo el mundo portuario" que no afecta a todos los puertos por igual.