VALÈNCIA. No hubo ninguna novedad. Tal y como estaba previsto, el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarriá, ha anunciado este lunes la suspensión cautelar de licencias para uso hotelero o de apartamentos turísticos en todos los barrios de Ciutat Vella. Esta medida, que presumiblemente aprobará el Pleno del Ayuntamiento, se mantendrá en vigor hasta que en otro pleno, el de abril o mayo, se apruebe la exposición pública del Plan Especial de Protección de Ciutat Vella, en el que se plasmarán los detalles del nuevo planeamiento y la suspensión de licencias se adaptará a lo establecido en dicho Plan y en el objetivo de recuperación y potenciación del tejido residencial.
“Hay una paralización de licencias que pueden verse afectadas por este cambio de planeamiento”, explicó Sarrià. “En este caso era necesaria una paralización temporal y cautelar de la tramitación de esas licencias, que se traduce básicamente en que, una vez se apruebe por el pleno, no se tramitarán más peticiones de licencias que comporten un cambio de uso de residencial a hotelero. Eso no prediseña el contenido estricto del plan. En este caso estamos ante una paralización general. En su momento, obviamente, el plan establecerá la zonificación, los supuestos la casuística, que permitirá o no la instalación de nuevos hoteles o de nuevos edificios de apartamentos turísticos en Ciutat Vella”, dijo.
El concejal de Desarrollo Urbano ha recordado que ya en el PGOU de 1988 se hacía especial hincapié “en el mantenimiento y recuperación de Ciutat Vella, fomentando el uso residencial en un distrito de la ciudad que estaba perdiendo a buena parte de sus habitantes”. En el documento de directrices y estrategias del nuevo Plan Especial de Protección “se señala como objetivo principal la recuperación y potenciación del tejido residencial, procurando el equilibrio entre este uso y el resto, mediante la modificación del actual régimen de usos, a fin de controlar y limitar la implantación de usos que, como el terciario hotelero, ya estén saturados o afecten al desarrollo del uso residencial”.
Sarrià ha mostrado los planos de Ciutat Vella donde se refleja que “existe una saturación”, dijo, de tejido no residencial: dotacional público y privado, terciario, viviendas turísticas y hoteles existentes o con licencia solicitada, “por lo cual se hace necesaria esta suspensión cautelar de licencias para estudiar la mejor manera de proteger el tejido residencial y recuperar población”. Esta suspensión cautelar, para estudiar el régimen de usos definitivo, no afecta a las 70 solicitudes de licencia presentadas con anterioridad y en fase de tramitación, de las que 47 corresponden a hoteles y 23 a apartamentos turísticos, “siempre que en el momento de la suspensión cuenten con la documentación preceptiva para su tramitación”.
La suspensión cautelar con carácter general a la espera del nuevo planeamiento que establezca la casuística es una medida preventiva. “No se pretende abundar en la turismofobia”, aseguró el regidor, “sino mantener el carácter residencial de los barrios del centro histórico frente a un fenómeno que en muchos casos provoca la expulsión de residentes, el aumento de los precios de la vivienda y del valor del suelo y la especulación, a la espera de un Plan Especial cuya línea es preservar aquellas zonas que ya son residenciales y potenciarlas”. Sarrià ha manifestado que “el tejido hotelero de Ciutat Vella es más que suficiente”, y ha recordado que ese fenómeno de terciarización de los centros históricos no es en modo alguno único en València. “No es un problema que se dé sólo en València, sino en todas las ciudades con un gran atractivo turístico y que no están todavía saturadas.”