El presidente de la CEC, José Roca. Foto: EVA MÁÑEZVALENCIA. La Confederación de Empresas de Castellón (CEC) da una nueva vuelta de tuerca a los ajustes. Golpeada por la imparable caída de ingresos y agobiada por la investigación por presunto fraude en las subvenciones, la patronal aplicará un nuevo recorte que dejará su plantilla en apenas nueve personas que, además, trabajarán a media jornada.
La medida, que incluye dos despidos y reducciones de jornada para el resto de la plantilla, forma parte del plan de choque que los responsables de esta organización quieren poner en marcha para evitar verse en la necesidad de solicitar el concurso de acreedores.
La organización que preside José Roca, en la que hasta hace pocos meses trabajaban 30 personas, atraviesa graves problemas de tesorería derivados precisamente de las indemnizaciones que ha tenido que afrontar por los ajustes de plantilla, cerca de 350.000 euros y de las provisiones que sus responsables aseguran haber realizado para cubrir las cantidades que el Servef al detectar irregularidades en la gestión de las subvenciones para formación.
Los responsables de la organización tienen previsto someter el plan a los órganos de gobierno de la patronal castellonense para u aprobación definitiva la próxima semana. Fuentes empresariales trasladan que la primera versión de ese plan de viabilidad fue rechazada por el comité de la CEC.
La principal alternativa prevista para aumentar los ingresos es la captación de empresas singulares, firmas que pagan sus cuotas directamente a la organización además de hacerlo en las federaciones de sus respectivos sectores. A diferencia de otras organizaciones que ya llevan meses profundizando en esta línea, la CEC aún tiene margen en esa vía. De hecho, de los 1,9 millones de euros en ingresos presupuestados en 2015, apenas 40.000 corresponden a las cuotas recaudadas de empresas singulares.
Los dirigentes de la patronal explican que en los últimos días se han incorporado siete empresas singulares del sector de la hostelería, la cerámica y el químico y aseguran que existen negociaciones para incorporar a más empresas en breve.
El objetivo, según detallan en su plan de viabilidad, es llegar al año 2020 con un porcentaje de ingresos de procedencia privada del 43%.
Urgencias económicas al margen, la maniobra de la CEC persigue reforzarse ante el plan que Cierval acaba de poner en marcha para ampliar su base asociativa con empresas y organizaciones sectoriales a costa de que las organizaciones provinciales cedan poder.
Esta visión sobre cómo ha de ser el futuro modelo de Cierval no es compartida ni por la CEC ni por la alicantina Coepa, que ven tras ella una maniobra de la patronal de la provincia de Valencia (CEV) por tomar el control de la autonómica.
