VALENCIA. Las fechas decisivas para Podemos se acercan. La Asamblea Ciudadana estatal, el llamado Vistalegre 2, tendrá lugar a principios de febrero y servirá para decidir el rumbo de la formación morada así como el capitán de la nave: Pablo Iglesias o, si finalmente plantea la batalla, Íñigo Errejón.
Un pulso que tiene su extrapolación a la Comunitat Valenciana, una plaza en la que las facciones no se ajustan específicamente al duelo Iglesias-Errejón, pero donde sí existe ya una vigilancia entre el secretario general de la formación, Antonio Montiel, y sus críticos.
Prueba de ello fue lo ocurrido a mediados de noviembre con la suspensión de un acto -programado para el día 24- sobre plurinacionalidad en La Morada de Valencia en la que iban a intervenir algunos referentes nacionales afines a Errejón, entre ellos Nagua Alba, secretaria general de Podemos en el País Vasco, además del diputado en el Congreso, Xavi Domènech, próximo a Ada Colau, y la parlamentaria de En Marea, Ángela Rodríguez.
Las razones por las que se suspendió el acto, si atendemos a las distintas fuentes de la formación morada, resultan confusas. Algunos dirigentes hablan de problemas de agenda de los invitados y otros señalan un conflicto acerca del intento de incorporar como ponente a algún miembro del Consejo Ciudadano Valenciano (CCV), como la diputada nacional Àngela Ballester.
En cambio, fuentes del entorno de la citada parlamentaria, subrayan que el acto estaba programado inicialmente para finales de octubre pero fue aplazado por la investidura de Mariano Rajoy y en el primer cartel sí estaba programada la participación de Ballester, quien no habría recibido llamada alguna para la convocatoria de esta segunda cita.
Desde el sector crítico, apuntan a que fue el entorno de Errejón en Madrid el que prefirió no ir adelante con la jornada para evitar ahondar en las discrepancias existentes entre los propios afines al dirigente madrileño en Valencia.
En cualquiera de los casos, la realidad es que la jornada programada se suspendió apenas un día antes de ser celebrada, una circunstancia que causó malestar en los organizadores, entre los que se encontraban miembros del sector crítico con Montiel.
Cabe recordar que dentro de este grupo de oposición al líder valenciano de Podemos se encuentran militantes y dirigentes sin preferencias respecto a los referentes nacionales, algunos más próximos a las tesis de Errejón y otros más cercanos a la figura de Pablo Iglesias, como es el caso de Sandra Mínguez, quien fue destituida por Montiel de la Secretaría de Organización meses atrás.
No obstante, este encontronazo parece haber deteriorado la relación de los críticos con el entorno de Errejón, quienes admiten que existe cierto debate interno de cara a cómo afrontar la asamblea estatal. Sin ir más lejos, uno de los referentes del sector crítico, el diputado Antonio Estañ, además de otro parlamentario, Daniel Geffner, han estampado su firma en el manifiesto de la corriente Anticapitalistas, actualmente aliada con Iglesias.
Unos movimientos por los que no se puede descartar que los críticos, al margen de que optaran por ir cada uno por su lado en la asamblea estatal, pudieran llegar a aunar sus fuerzas para situarse en la línea de Pablo Iglesias dado que Montiel y Ballester parecen integrados de forma inamovible en el bando 'errejonista'.
Por otro lado, también difieren Montiel y los críticos en la forma que debe adoptar el partido en la Comunitat Valenciana. Así, aunque ambos bandos hablan de federalismo e independencia respecto a Madrid, desde el sector crítico consideran que el actual líder apuesta por una fórmula excesivamente centralizada en Valencia, sin que a su juicio se destinen recursos y esfuerzos a impulsar el crecimiento comarcal y local a través de los círculos.