VALENCIA. La realidad sigue apretando la ya más que denostada salud económica del Consorcio Valencia 2007, gestor de las instalaciones de la Marina Real. A día de hoy su situación ya es inviable, pero ahora se ha agravado con la retención por parte de un juzgado del alquiler de EDEM y Lanzadera. 350.000 euros anuales que ya no irán a mantener las instalaciones de la dársena, donde se destina prácticamente la totalidad de lo recaudado por las licitaciones.
¿Y por qué? En las últimas cuentas aprobadas la deuda ascendía a 420 millones de euros, pero que ya se han convertido en 440. 263 millones de crédito ICO, 90 millones con Dirección General del Tesoro por cuotas atendidas del crédito ICO y 67 millones del Banco Santander como consecuencia del contrato de cobertura. Estos últimos 67 millones son los que han provocado el embargo tras iniciar el banco un procedimiento judicial de reclamación en julio de 2014 para recuperar el dinero
Toda una deuda que viene arrastrada por las obras realizadas para la America's Cup y que, según lleva reivindicando Generalitat y Ayuntamiento de Valencia desde hace años, debería haberla asumido el Estado. Y es que aunque la misión del Consorcio Valencia 2007 era rentabilizar las instalaciones para hacer frente a los préstamos, lo cierto es que sus ingresos están alrededor de los siete millones anuales, sumando las aportaciones de las tres administraciones, y que se destinan prácticamente a mantener la dársena.
En los últimos informes, la misma Intervención del Estado ponía de manifiesto la dificultad del Consorcio de hacer frente a ésta dejando su continuidad queda condicionada a las aportaciones que se realicen en el futuro por las Administraciones consorciadas: Ayuntamiento, Generalitat y Estado. De momento, de las grandes adjudicaciones todavía mantiene el club de playa, recién abierto este mismo mes, y por el que ingresa 300.000 euros anuales.
Entre las últimas salidas a concurso se encuentra el Antiguo Varadero a los que se suman otros pliegos que consideran importantes como el de la base del Alinghi que implicará el completar el cluster tecnológico y que tendrá que sacarlo el Ayuntamiento.
También tienen en mente como primordial sacar a licitación la zona industrial para el Varadero y la reparación embarcaciones, el Tinglado 2 para su rehabilitación y explotación, el concurso de paseos en barco y algún kiosco que que pendiente. Tras esto vendría tinglado 4 y 5 y también están trabajando en el pliego para el poblado náutico.
Ahora, a falta de encontrar un líder para el Gobierno de España, la situación sigue empantanada. El ahora ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, ya descartó en numerosas ocasiones perdonar la deuda aunque aseguraba que buscaría fórmulas para su redefinición con el fin de no ser un obstáculo para el desarrollo de la Marina Real. Negociaciones que no han llegado a ningún puerto.
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, exigía este mismo jueves al Estado la condonación de los 370 millones de euros de deuda. Como parece lógico, Ribó insistió en un desayuno informativo en Madrid, que esa deuda es "inasumible" para el consistorio y que su condonación es imprescindible para "garantizar el futuro" de una de las zonas de la ciudad con mayor protección innovadora, empresarial, cultural y de ocio.
Y es que la deuda se incrementa a razón de 20 millones de euros al año por intereses a los que no puede hacer frente. De ellos, el Estado es acreedor de 370 millones a través del ICO y del Tesoro. El alcalde argumentó que lo que pide supone "simplemente exigir al Estado el mismo trato que recibió Barcelona en los Juegos Olímpicos del 92, Sevilla en la Expo del mismo año y Zaragoza en la Expo de 2008", eventos -a su juicio- equiparables, en los que el Estado realizó fuertes inversiones.