Pintora de palabras: Paula Scher

VALÈNCIA.- Adalid contemporánea del diseño accesible, para todos, de soluciones inteligentes y basando la mayoría de sus proyectos en el uso de la tipografía (que es donde más cómoda se encuentra), la diseñadora Paula Scher (1948, Washington DC) ha llegado a colocar algunos de sus carteles en museos de arte y diseño, pero sin duda donde más presencia ha tenido y tiene es a pie de calle, más concretamente en las calles de Nueva York, ciudad a la que se mudó tras graduarse en 1970 en la Tyler School of Art de Filadelfia y donde desembarca gran parte de su trabajo para centros culturales.

Reconoce que descubrió el diseño gráfico a partir de descartar cosas que le gustaban pero no se le daban bien, como dibujar o pintar, así que la dirección de arte fue su primera puerta al mundo laboral en la gran manzana, primero en la división de literatura infantil de Random House y posteriormente en CBS y en Atlantic, discográficas para las que creó algunas de las portadas de discos más famosas de la cultura norteamericana de los setenta y ochenta. Fue por estos ocho años en la industria de la música, en parte por su prolífico porfolio (hasta 150 diseños al año) pero sobre todo por su insaciable carácter (parte de la idiosincrasia de Scher), por lo que tiró de inspiración en la historia del arte y lo que le llevó hasta explorar el Art Decó y el Constructivismo Ruso consolidando su paso del arte a la cultura popular.

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En 1984 se asocia con su compañero de estudios Terry Koppel para fundar el estudio Koppel & Scher, y tras siete productivos años diseñando logotipos, identidades corporativas, portadas, anuncios y carteles, se disuelve. Koppel se convirtió en director creativo en la revista Esquire y Scher, en la primera mujer socia de la prestigiosa consultora de diseño Pentagram, como directora en la sede de Nueva York.

* Lea el artículo completo en el número de enero de la revista Plaza