El bodegón más inesperadoVALENCIA. Durante los últimos meses en la redacción de Valencia Plaza se ha cocido a fuego lento la idea de abrir un blog destinado a resolver incógnitas en torno a los productos de consumo. En tu cesta o en la mía, que es el título escogido, pretende abordar algunos de los enigmas en torno a esos bienes habituales, especialmente ligados con las compras más cotidianas y que del lineal al consumidor generan todo tipo de inquietudes.
Aunque se barajan distintas ideas para las próximas publicaciones, esta recopilación de 10 productos que ni imaginarías que están en el lineal de Mercadona es un buen punto de partida. Con la llegada de productos importados (como la bebida de malta Polar o la yerba mate Taragüi), los concentrados habituales en países como Reino Unido (Bovril), o evoluciones tecnológicas tan sorprendentes como un sucedáneo de caviar compuesto de agua y azúcar (sic) o la sal sin sodio (re sic), esta es una rápida selección de los consumibles en la principal cadena de supermercados en España.
El Bovril es un extracto de buey en esencia o un caldo concentrado 
de vacuno según su descripción. Las posibilidades del mismo son amplias, ya que -haciendo una rápida búsqueda entre blogs de recetas- una de las opciones más usuales es la de extraer una pequeña cucharada de esta especie de melaza híper concentrada, diluirla en agua y asegurar que aquello es un caldo de carne. Lo cierto es que el 41% del producto ya es un caldo de vacuno, mientras que un 22% lo componen huesos y carne del abstracto animal. En la descripción del mismo se apunta a que "puede contener leche, huevo y mostaza". Chi lo sa. Otras ideas en el recetario invitan a diluirlo con agua y, con tino y criterio, verterlo sobre la carne que quizá por su calidad o quizá por su condición no adoptan ese sabor vacuno tan deseado por la especie humana.
Típica en países como Venezuela, Argentina o Uruguay, este producto importado ocupa un espacio un tanto extraño en el lineal de la principal cadena de supermercados de España. Junto a las bebidas energéticas, este botellín de unos curiosos 207 mililitros contiene un 'Cebado Malteada' y agua. El sabor es bien peculiar, aunque como bebida fresca, superado ese choque al cereal, su composición no es de lo más aséptica para aquellos preocupados con recuperar su forma previa a las últimas 
Navidades.
La evolución tecnológica de los productos, la misma que nos ha hecho creer que el tomate raf o el kiwi existen desde el origen de los tiempos (1969 y 1984, respectivamente), nos depara soluciones imposibles. Soluciones salinas imposibles, en este caso. Sal sin sal. Porque la sal es, al 100%, cloruro de sodio. Pero si tiene un 0% de sodio, ¿qué es?. De hecho, ¿por qué lo llaman sal cuando quieren decir cloruro potásico? Este emulación de la química para el gusto y el tacto -en boca- engaña de forma consciente al consumidor al que su salud no le permite echarle más sal a la vida.
Bebida refrescante de té para diluir. Esa es la descripción por la que, a razón de un sobre para medio litro, esta propuesta para hacer té frío en la que el edulcorante viene impuesto. Otra solución bebible libre de cargas calóricas y con dos sabores, limón y melocotón, al más puro estilo Tang ya que el proceso de producción homemade es exactamente el mismo: agua, sobre, remueve, cierra los ojos y bebe. Eso sí, a partir de su diseño y propuesta gráfica, con un popurri de tipografías y textos, la experiencia invita más a creer que nos enfrentamos a un Frenadol. Y tampoco está tan lejos.
¿Un matesito? No sé sabe si a fuerza de fichar jugadores argetinos durante las últimas décadas en el Valencia CF y el Levante UD, la idea de tener entre las capsulas de café un saco de mate se ha hecho una realidad en la cadena valenciana. Yerba mate de la marca Taragüi, esa es la propuesta. Importada desde Francia (sic), la idea es llenar el recipiente con tres cuartas partes de mate y humedecer la yerba con agua frío o tibia, pero "nunca superior a los 75º". No es sólo por la combinación, sino por evitar fisuras en los órganos vitales por los que pasa el trago. Como producto importado, como sucede con la cerveza de malta Polar, el peso es de 1,1 libras... sin traducción a una medida de peso habitual entre los comunes compradores de los más de 1.500 establecimientos de la cadena en España.
La cadena de supermercados Mercadona siempre se cuela entre las grandes distribuidoras que mantienen sus precios más bajos. De hecho, hicieron claim del asunto. Es por eso interesante analizar como uno de lois productos más caros del mundo, el caviar, tiene su solución en el lineal. Se trata del sucedaneo de caviar CaviArtic, del proveedor Ubago. Lo interesante de este producto, lo que difícilmente un consumidor puede imaginar, es la composición del mismo. El caviar en realidad son huevas de esturión, un pez fluvial típico de los mares Negro y Caspio, pero el CaviArtic es -según su composición- agua, sal, azúcar, espesantes, aroma, colorante, acidulante y.... secuestrante. Es sin duda el componente más interesante del bocado que llevarse a la boca, un compuesto capaz de ligar iones metálicos para evitar reacciones 'normales' ante la presencia de agentes precipitantes. ¡Se nos hace la boca agua (de mar, sin sodio)!
El agresivo mercado de los perfumes encuentra un artículo para el combate en la zona de los flitz mata insectos. Su nombre, Nomaspik. Su efecto, pues... perfumar, únicamente. El productor ABC Farma se cuida muy mucho de incluir en el producto ningún insecto, a modo de analogía visual para que el comprador comprenda que la citronella tiene este fin. ¿Y lo tiene? Bueno, es una creencia que este aroma espanta a los insectos, pero en la descripción de los 24 parches de Nomaspik no hay la menor referencia al respecto. Únicamente la indicación de agitar los brazos, cual líder político en campaña, para que el aroma envuelva al cuerpo en un radio de -ojo- hasta 50 centímetros.
En las indicaciones, de hecho, se da rienda suelta a las necesidades particulares de cada cliente por atufar a citronella: "pueden usarse dos o más parches". Suponemos que hasta 24, porque no aconseja límite como para espantar a cualquier otro ser vivo. Por otro lado, hay alguna línea de información contradictoria ya que se dice que el efecto dura entre 8 y 12 horas (la horquilla es del 50%), pero por otro lado se advierte que puede estar adherido todo el tiempo que se precise. Al ser blanco, al contraste, pasamos del perfume en sección de insecticidas al complemento de moda. Estampado de cuadros, vaya. El precio empieza a parecer más que justificado.
El mundo de las dietas aporta novedades en el lineal a partir de productos que niegan lo que el sabor aporta a la vida. Entre otros tantos, está este pan seco sueco que ya cuenta con hasta tres variantes en Mercadona. La presente en la foto es la tercera, con harina integral de avena y copos de avena. La avena es una cosa que en la pérdida de peso no debe faltar. Ya advierten que, con estos dos componentes, tiene un "suave sabor de avena". Faltaría más. Con una importante carga de fibra, lo cierto es que el pan de Wasa es una solución para almuerzos y meriendas, acompañada de algo que alimente, de lo más interesante.
Este artículo es el de la polémica. Muchos lo considerarán un clásico o un viejo conocido, pero para aquellos a los que la vista no les haya llevado hasta ese estímulo en el paseo por los pasillos del supermercado, la impresión puede causarles una gran atracción por consumirlo. Es la patata para tortilla, ¡sólo queda añadir el huevo! Con un 63% de patata, el resto del tarro lo completa la cebolla también pelada, el aceite de girasol y el de oliva, para que no sea por aceite. ¡Todo listo! Y, por cierto, sorprendentemente, bastante sano ya que todos los ingredientes que contiene son los descritos. Se vierte y frie al gusto, se añaden los huevos batidos y se busca el punto de cuajado deseado. No por ello deja de ser un producto de lo más inimaginable en el lineal.
No contiene gluten ni grasas ni aceites vegetales ni conservantes. ¡Ni falta que le hace! Estos 430 gramos de dulce de leche, otro importado de Mercadona, aportan unas 1300 calorías. Un chute de hidratos y calcio elaborado a partir de leche fresca y que, por su exotismo y cada vez mayor implantación en postres, cierra este decálogo
Hay más productos que animan a la discordia entre líneas del supermercado. Uno de los que más llama la atención es el de las perchas para bebés, sin que haya perchas para adultos ni sea un producto (¿decoración? ¿mobiliario?) encajable en ninguna de las ramas comerciales del espacio. Podríamos retenernos en el hígado de bacalao en conserva, la masa informe para crear tortitas americanas, los higos turcos secos (sic), los palillos de colores (rozando lo hortera para pinchar una oliva) o el algodón mágico, que no por ser conocido, deja de impactar por su descripción de fantasía.
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