MADRID (EP). La senadora republicana Susan Collins ha anunciado que se opondrá al último plan de su partido para reemplazar la ley sanitaria conocida como 'Obamacare', en un nuevo golpe para los republicanos, que no cuentan con los votos suficientes para sacar adelante el proyecto. En su comunicado, Collins ha afirmado que "la sanidad es un asunto muy personal y complejo que afecta a cada persona y a un sexto de la economía estadounidense", recalcando que "las reformas al sistema sanitario y a 'Medicaid' no pueden hacerse bien en un tiempo reducido".

Así, ha señalado que "ahora hay una cuarta versión de la propuesta Graham-Cassidy -formulada por los senadores Lindsey Graham y Bill Cassidy-, que tiene tantos defectos como los intentos previos". A su juicio, "el hecho de que la nueva versión de este proyecto haya sido publicada la misma semana en la que se supone que debemos votarla refleja el problema", ha dicho, expresando sus preocupaciones sobre ciertos puntos del borrador.

Collins ha recalcado por contra que el 'Obamacare' "tiene muchos errores a los que hay que hacer frente", prometiendo "centrarse en remediar estos problemas". El anuncio de Collins ha llegado tres días después de que el también senador republicano John McCain dijera que no podría votar "con buena conciencia" el borrador anterior presentado por Graham y Cassidy. Previamente, el senador republicano Rand Paul había subrayado que se opondría al proyecto, mientras que el también senador republicano Ted Cruz dijo que aún sigue buscando que se introduzcan cambios en el mismo.

El Partido Republicano tiene hasta el 30 de septiembre para usar las cláusulas especiales para aprobar el proyecto con mayoría simple, pero sólo pueden perder el respaldo de dos de sus senadores. El Senado de Estados Unidos ya tumbó en julio la propuesta de los republicanos para derogar parcialmente la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama, con 49 votos a favor y 51 en contra.

La medida para derogar y reemplazar la reforma sanitaria de Obama había fracasado días antes en el Senado con 43 votos a favor y 57 en contra tras meses de trabajo por parte del Partido Republicano. El resultado supuso un duro revés para el presidente estadounidense, Donald Trump, que había hecho del fin del 'Obamacare' una de sus promesas electorales y que había animado a los senadores republicanos a votar en contra.