VALENCIA (EP/VP). El Parlament de Cataluña vivió este martes otra jornada histórica marcada por la confusión y las triquiñuelas legales, en la que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, dejó con palmo de narices a dos millones de nacionalistas que esperaban una declaración de independencia rotunda a la altura de la de Lluís Companys.
En lugar de eso, Puigdemont dijo textualmente: "Asumo el mandato del pueblo de que Cataluña se convierta en Estado independiente en forma de república". La ambigua declaración fue interrumpida por un largo aplauso de los diputados independentistas, que se quedaron descolocados cuando continúo: "Proponemos que el Parlament suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas emprendamos un diálogo sin el cual no es posible una solución acordada. El momento pide una desescalada de la tensión".
Lo mismo le ocurrió a las miles de personas que seguían el discurso en los alrededores del Parlament, que pasaron en pocos segundos de la euforia a la decepción y se marcharon a casa rápidamente. El desconcierto fue tal, que fuentes del Govern consultadas por Europa Press no fueron capaces de precisar si Carles Puigdemont había llegado a declarar la independencia de forma efectiva antes de suspenderla.
A continuación, los partidos independentistas pusieron en marcha otra argucia -saltándose la propia Ley de Transitoriedad, suspendida por el Tribunal Constitucional-, que añadió aún más confusión y dejó en evidencia a quienes en un principio pensaron que Puigdemont estaba buscando con su oferta de diálogo una negociación para pactar con el Gobierno central una solución a la situación creada por el referéndum ilegal. Nada más lejos de la realidad.
Fue terminada la sesión parlamentaria y al margen de la Cámara autonómica, aunque dentro del edificio del Parlament, cuando los diputados de Junts x Sí y la CUP, incluidos Puigdemont y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, firmaron la denominada "Declaración de los representantes de Catalunya", que proclama: "Constituimos la república catalana, como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social. Disponemos de la entrada en vigor de la Ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la República".
Una declaración que, como destacó la CUP, "no contiene ninguna mención a la suspensión" de forma explícita. Dado que el Parlament no ha accedido a la suspensión, los efectos de dicha declaración son otra incógnita. Este mismo partido afirmó que el documento tiene "escasa validez: tiene validez política para el día en que se apruebe con todos sus efectos jurídicos, y para eso se tiene que levantar la suspensión y llevarla a sede parlamentaria para hacerla efectiva".
La declaración también recoge la voluntad de abrir negociaciones con el Estado "sin condicionantes previos" y en condiciones de igualdad, y pide a la comunidad europea e internacional que reconozca a Cataluña como Estado independiente y soberano.
El texto no explicita que la declaración está suspendida y afirma: "Cataluña restablece hoy su plena soberanía, perdida y largamente anhelada, después de décadas de tratar, honestamente y lealmente, la convivencia institucional con los pueblos de la península ibérica".