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VALENCIA. Hasta ahora, el imperio Coca-Cola daba mucha autonomía a sus divisiones nacionales para adaptarse al mercado de clientes y al de proveedores. De hecho, esta fórmula ha ido muy bien en España, donde la empresa recibió la Copa Woodruff en 2007, un trofeo interno que concede al compañía a quienes no sólo superan los objetivos económico, sino que acreditan los mejores retornos medioambientales y sociales.

Para alcanzar esta situación ha sido muy destacada la gestión de Marcos de Quinto, presidente de Coca-Cola Ibérica. Su liderazgo más allá de la propia empresa le ha convertido en unos de los directivos más famosos e influyentes de España, aunque también le ha generado problemas con otros primoros espada.

Aunque muchos le alaban por decir lo que piensa, y dialogar con sus 6.500 seguidores a través de Twitter sobre la Monarquía o las responsabilidades que deben asumir los ex directivos de la CAM, las críticas al ERE planteado por Telefónica a pesar de tener beneficios le enfrentó personalmente con Cesar Alierta hace unos meses. No en vano su perfil en Twitter: "Pirata. Navego sin bandera. No pretendo convencerte de nada, acaso hacerte dudar de lo que crees".

Sus mensajes no dejaban lugar a dudas: "@MarcosdeQuinto "Me pregunto si Alierta decidió la reducción del 20% de plantilla antes o después del encuentro de empresarios con ZP en Moncloa", "Hay quienes hacen el dinero aquí con tarifas altas y lo reinvierten fuera con bajas. Luego sacrifican el empleo del lugar que les da el cash" o "Aunque sea perfectamente legal, no todo vale en la vida. Un poco de patriotismo, por favor. O un poco de ‘por favor' patriótico".

Entre los logros más destacados de Marcos de Quinto está, entre otros, la creación de productos específicos para el mercado español. El caso de Aquarius, inventado por Refrescos Envasados SA (controlada al 100% por The Coca-Cola Export Corporation), es un ejemplo; lo mismo que el modelo de siete empresas embotelladoras, propiedad de cuatro familias que bajo franquicia se reparten España y Portugal.