VALENCIA. La batalla por el control del grupo hospitalario Nisa llega a su momento decisivo, a menos de dos meses de que se cumpla el plazo de sindicación de acciones que un grupo liderado por el presidente de la compañía, Manuel Giner, impulsó para frenar la toma de control por parte de su competidor Vithas. Esta plataforma asegura que agrupa a 294 accionistas y más del 50% del capital, que han firmado la sindicación de acciones mientras buscan un comprador. El plazo de sindicación acaba el 23 de noviembre.
Ante la posibilidad de que encuentren a ese caballero blanco -como se denomina en términos bursátiles al inversor que acude al rescate de una empresa que sufre una opa- y dado que los promotores de la plataforma plantearon una posible ampliación de la sindicación si fuese necesario -como adelantó Valencia Plaza-, Vithas ha decidido contraatacar con una oferta a esos accionistas. El objetivo: lograr la mayoría de la compañía valenciana, de la que ahora asegura que controla el 45% entre acciones ya compradas y sindicadas.
La oferta, según explicó a este periódico el consejero director general de Vithas, José Luis Pardo, está dirigida a los accionistas que deseen continuar en la sociedad. Para los que quieran vender se mantiene la oferta de compra por entre 16 y 17 euros por título.
"Entendemos que dentro de la otra plataforma hay gente que está planteándose no vender, permanecer en la empresa", explica Pardo. "Para ese perfil de accionistas entendemos que puede ser interesante la sindicación que estamos planteando. Parece que la otra plataforma se puede retrasar y pedir una ampliación, y nosotros ofrecemos que entren en la nuestra", añade.
A estos accionistas con voluntad de permanencia se les ofrece un convenio de sindicación según el cual ceden los derechos políticos a Vithas y mantienen los económicos, es decir, los dividendos anuales. A cambio de la cesión de derechos políticos, Vithas les otorga una ventana de liquidez una vez al año, es decir, una opción de venta de sus acciones a un precio basado en un multiplicador del ebitda menos la deuda y alguna corrección por las inversiones realizadas. La oferta incluye una protección en caso de ampliación de capital.
Esto significa que los accionistas que cedieran sus derechos tendrían cada año una opción de venta a un precio que variaría en función de los resultados de Nisa. En caso de ejercer esa opción, Vithas tendría obligación de comprar. El accionista minoritario que aceptase la sindicación con Vithas mantendría siempre su facultad de vender sus títulos a un tercero en caso de recibir una oferta interesante, sólo que el grupo catalán tendría derecho de tanteo.
Según Pardo, Vithas factura 360 millones de euros y Nisa, unos 160, por lo que el grupo resultante, en caso de hacerse con la mayoría, superaría los 500 millones. "El plan de negocio puede hacer que el valor de Nisa crezca mucho. Hoy no podemos pagar más de 16 o 17 euros, pero quien se quede, en el plazo de cuatro o cinco años igual puede vender a 25 o 28 euros", explica.
A la pregunta de qué garantías tiene un accionista de que, una vez controlado más del 50% de Nisa e integrada en el grupo Vithas, se va a mantener el crecimiento de la empresa valenciana que lleve a esos 25 o 28 euros en el futuro, Pardo responde que el acuerdo se basa en una relación de confianza, porque si no se confía en ellos, lo mejor es vender.
"Tiene que haber un vínculo de confianza. Estoy yendo personalmente a que me conozcan, porque si quieres vender te da igual a quién vendes, pero si te quedas querrás conocer quién va a estar al frente, verle la cara y que te explique cuáles son sus planes", razona.
Por ello, Pardo está viajando a Valencia a mantener reuniones con accionistas para explicarles sus planes. "Para la compraventa nos hemos apoyado en PriceWaterhouseCoopers porque al vendedor le da igual quién seas, pero para la sindicación tienes que presentarte y dar la cara", concluye.
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