Apasionado del submarinismo —su válvula de escape—, Sergio Serrano ve con preocupación la burocracia asociada al futuro MiFID II y las dificultades en que pondrá a los pequeños ahorradores
VALÈNCIA.- Sergio Serrano Iglesias (Alicante, 1977) dirige la única agencia de valores domicializada en la Comunitat Valenciana: Gesem Asesoramiento Financiero. Una firma fundada por los empresarios alicantinos Jesús Vicente y José Pertusa hace cuarenta años y a la que lleva unido desde 2003. «En la mayoría de las ocasiones han sido ellos los que me han empujado para ir dando pasos e ir creciendo; primero con la constitución de la EAFI y posteriormente con la transformación en una agencia de valores», apunta este licenciado en ADE por la Universidad de Alicante en las especialidades de Contabilidad, Auditoría y Financiera, que antes de comenzar la carrera ya tuvo claro que su vida laboral se iba a enfocar hacia los mercados. Con un máster en Mercados Financieros en el IES del CEU-San Pablo de Madrid bajo el brazo recomienda tener en este competitivo negocio un «máster o cualquier otro tipo de estudio que aporte una mayor especialización porque es fundamental».
Apasionado del submarinismo —«me saqué el título hace unos diez años y lo practico mucho menos de lo que me gustaría, pero cuando lo hago me relaja una barbaridad y es un contrapeso al día a día laboral»—, trabajó antes de llegar a Gesem en la CECA y Ahorro Corporación Financiera, otrora bróker de las cajas de ahorro. Y precisamente vivió de cerca lo acaecido con la extinta CAM. «Fue un duro golpe para la región porque era la principal entidad financiera y con su caída arrastró a muchas familias que tenían parte de sus ahorros invertidos a través de preferentes». Pero no solo fueron pequeños inversores porque «el tejido empresarial también tuvo que adaptarse a la nueva situación, ya que desaparecía el principal proveedor financiero de muchas empresas y con el que mantenían posiciones de financiación».
A su juicio, el inversor alicantino ha evolucionado porque «ha pasado a ser un inversor que ya tiene en cuenta un mayor número de alternativas de inversión y no se queda con una visión localista como antes». Además, reconoce que «las nuevas tecnologías que permiten contratar cualquier producto financiero desde un ordenador y las menores comisiones también han ayudado mucho». Como también han ganado en cultura financiera por dos motivos principalmente: «porque las siguientes generaciones están mucho más preparadas y el acceso a la información también es mucho más ágil y sencillo». Asimismo, también considera que la crisis ha provocado que «los inversores sean mucho más desconfiados a la hora de invertir y que se hayan visto obligados a aprender a marchas forzadas sobre finanzas para intentar evitar caer en los mismos errores cometidos en los años de bonanza».
El próximo 1 de enero entra en vigor la directiva europea MiFID que va a poner patas arriba el sector del asesoramiento financiero en España. A juicio de Serrano, «con la nueva regulación lo que se está haciendo es reducir considerablemente el universo de inversión al que puede acceder el pequeño ahorrador». Lo dice recordando el incremento «de forma importante» de los mínimos de inversión en las emisiones de activos de renta fija —hasta los 100.000 euros en la mayoría de los casos—, «lo que hace imposible que invierta el pequeño ahorrador y resta mucha liquidez e interés a mercados como el MARF». Además, advierte que «el proceso para contratar determinados productos que se salen de lo normal también se ha vuelto farragoso y regulado, lo que provocará que la banca solo ofrezca a aquellos clientes con rentas altas o con carteras de gestión delegada».
Sergio Serrano, que atisba más burocracia para Gesem con la implantación de la MiFID II, considera que «el regulador parece que asume que el pequeño ahorrador, financieramente hablando, es mucho más ignorante que el gran ahorrador, lo cual no es cierto». Por no hablar de otros aspectos como la obligación de mayor transparencia en las comisiones de los fondos, la regulación de los mercados organizados…, «pienso que van en la buena dirección y que redundarán en un mejor funcionamiento de los mercados y en muchos aspectos en unas menores comisiones para los ahorradores».
«El inversor local ha pasado a ser alguien que ya tiene en cuenta un mayor número de alternativas de inversión y no se queda con una visión localista como antes»
Con la experiencia que le da haber pasado por la figura de la EAFI apunta a Plaza que este país «está concienciado para pagar a la hora de recibir asesoramiento financiero y más tras los casos de mala praxis en el sector financiero que se vivieron en los años de crecimiento y que salieron a la luz con la crisis financiera. Esto le ha hecho ver al ahorrador que el asesoramiento tiene un valor y que se debe pagar porque cuando ese asesoramiento es gratuito, como ocurría en la banca, generalmente esconde conflictos de interés».
Por último, y en esta coyuntura de tipos de interés al 0%, recomienda al inversor más conservador «carteras de deuda corporativa bien diversificadas y a plazos no muy largos (aunque para esto hacen falta capitales importantes para una adecuada diversificación por los mínimos de contratación comentados anteriormente) o bien fondos de gestión alternativa en el mercado de crédito o de renta variable con un perfil muy conservador y volatilidades entre 2 y 4% como mucho».
* Este artículo se publicó originalmente en el número 35 de la revista Plaza