LA FIEBRE DE LOS ZUMOS

Zumos deliciosos sin obsesiones detox en Valencia

La locura desatada con los licuados y batidos ha desplegado ante nosotros un universo de nuevas combinaciones de frutas, hortalizas y semillas. Estos son algunos de los establecimientos de València donde podemos disfrutar de ellas.

| 23/06/2017 | 6 min, 31 seg

Eran otros tiempos. Te sentabas en una de esas sillas de mimbre, te pedías un zumo de naranja, mango y fruta de la pasión y ya te habías montado una tarde de lo más exótica. Pero la cosa con los jugos ha cambiado, y mucho. Ahora las tiendas de zumos parecen farmacias. Es cierto que las recetas se han sofisticado, descubriendo nuevos paisajes a nuestras papilas gustativas. Pero parece que a los brebajes haya que pedirles siempre algo más. Tienen que ser energéticos, quema-grasas, reguladores intestinales, depuradores hepáticos, antídotos contra la acidez estomacal o la anemia. Las virtudes saludables de los productos naturales siempre han estado ahí, pero nunca de forma tan explícita e insistente.

Nos asaltan, incluso, en los lineales de los supermercados. No sé qué quiero. ¿Zumo fresco relajante de piña y coco con valeriana? ¿Zumo fresco antioxidante de frutos rojos con aloe vera? ¿Zumo fresco activador digestivo con jengibre y ginseng? ¿Zumo fresco depurativo de verdura con jengibre? Permanezco parada durante varios minutos delante de la nevera del super, tratando de diagnosticar con cierta urgencia sobre qué carencia requiere mi cuerpo que actúe con más premura. Ante la duda, arramblo con todas. No vaya a ser que el hígado me esté pidiendo a gritos una ayudita y yo no me esté pispando.

Aunque todo eso de las propiedades “milagrosas” es un estrés, no nos ha venido nada mal que nos renovaran el fondo de armario de los licuados y batidos. Ahora es más divertido, porque han entrado en juego las hortalizas, la hierba de trigo y los remates con cúrcuma, aceite de oliva y semillas de chía. Además de descubrir que las espinacas se pueden beber, nos hemos enterado de que lo suyo es licuarlas utilizando métodos de presión en frío para que no se nos escapen los nutrientes. No paramos de aprender.

Y hay más. Con la creciente aversión a los lácteos, crece la demanda de batidos con base de té, leche de coco o bebidas vegetales de soja o avellanas (muchas de ellas vienen con azúcares añadidos; una cosa por otra). No paramos de ampliar nuestras posibilidades de consumo.

Pasando deliberadamente de puntillas por la obsesión “detox” –tema que daría para otro artículo, con fuentes expertas-, centrémonos en cuestiones prácticas. ¿Dónde podemos encontrar en València esos creativos y saludables zumos y smoothies? Estos son algunos de ellos, repartidos en el camino que nos lleva desde el barrio del Carmen hasta Ruzafa, pasando por la plaza del Ayuntamiento.

Almalibre (Roteros, 16)

El açaí es el ingrediente secreto de los zumos que sirven en este bar de ambiente cosmopolita (que por cierto acaba de mudarse a un local mucho más amplio e igualmente agradable cerca de las Torres de Serrano). Esta fruta de origen amazónico –de la que ya hemos hablado en Guía Hedonista en alguna ocasión- es conocida por sus potentes propiedades antioxidantes. Aunque en España se encuentra normalmente en polvo o cápsulas, en Almalibre se incorpora a varios de los zumos y batidos de la carta en su versión “helada”. Es decir, la pulpa de la fruta viene ya triturada, mezclada, congelada y endulzada con azúcar de caña orgánica y extracto de guaraná. El açaí es una fruta de sabor potente y algo amargo, pero bien combinada resulta exquisita. Uno de los zumos “top” de este local es el de sandía, açaí, jengibre y semillas de lino (Elixir de juventud lo llaman), pero también combina bien con manzana y jengibre (Sací Pereré); con naranja y apio (Super C), o con piña y jengibre (Glamour tropical).

Las propuestas de batidos incluyen el Delicia de Brasil (banana, açaí y leche); Amazona valenciano (horchata ecológica y açaí), Bonito (leche, banana, naranja y fresa) y Apple Pie (leche, manzana, avena y canela). Todos por 5,50 euros.

Punt de Sabor (San Vicente Mártir, 16) 

Zumos con frutas y verduras de cultivo ecológico. Situado entre la Plaza de la Reina y la del Ayuntamiento, Punt de Sabor solo trabaja productos de temporada y de la huerta valenciana, lo que ya de por sí garantiza frescura y calidad. Dado que es en realidad una tienda que se dedica a la venta directa sin intermediarios entre consumidores y productores, los precios son muy asequibles.

El “zumo de la semana” –que se diseña para dar salida a los productos de temporada de los que tienen más stock (de ahí que muchas veces incluyan lechuga)- cuestan 1,5 euros. El que nos encontramos hoy es de colirrábano (“muy digestivo”), zanahoria y acelga. El precio de los licuados con productos elegidos por el cliente es de 2 euros. ¿Los más demandados? El clásico de zanahoria, manzana, apio y remolacha, o el de manzana y jengibre.

Federal Café (Embajador Vich, 15)

Su oferta de zumos es limitada (naranja recién exprimida y pomelo rosa), pero tienen en carta batidos muy interesante. El batido verde de tommy (4,5 euros) lleva manzana, pepino, apio, semillas de chía, espinacas y un toque de lima (4,50); el de bayas con huevo de corral está concebido para personas con necesidad de consumir mucha proteína. En Federal Café se ofrecen además dos variedades de batidos con base de frutas frescas congeladas (ambos por 4,80 euros): uno es de fresa, melocotón y papaya, y el otro de açaí, fresa, mango y arándano.

Guayoyo (Denia, 49). Por cuatro euros.

Desde hace tan solo dos meses, este simpático e informal local del barrio de Ruzafa está regentado por un matrimonio formado por una alemana y un canadiense muy concienciados con la dieta saludable. En Guayoyo –nombre que hace referencia a una manera especial de preparar el café en Venezuela- se ofrece brunch todos los días y se promueve el consumo de zumos incluyéndolos como parte del menú de mediodía de 9 euros. En la carta destaca El de Lore (manzana, zanahoria, pepino, naranja, limón, jengibre); Detox (manzana, espinacas, pepino, apio, jengibre, limón y té matcha); zumojito (limón, pepino, manzana y menta) y Revitalizante (pera, manzana, zanahoria, limón y cúrcuma). También tienen batidos como el Super Verde (banana, espinaca, aguacate, apio y leche) y el Lassi, con banana, jengibre, miel cúrcuma, vainilla, limón, your y leche.


Estás son nuestras propuestas “sofisticadas”, pero respetemos a los clásicos.

La horchatería La Hortelana del Mercado Central ofrece cada día cinco o seis variedades distintas de zumos “elaborados con frutas del mercado” (faltaría más). Las combinaciones son sencillas (sandía y fresa; mango y naranja…), pero funcionan. Desde hace siete años, los clientes habituales del mercado y los turistas se los quitan de las manos.

Fieles a su modelo, que no se deja arrastrar por las nuevas tendencias, Zum Zum (Altea, 39) y Naturalia (Calle del Mar, 12) llevan décadas sirviendo licuados, batidos y cócteles en la ciudad. También mantiene el tipo Hawaika (Héroe Romai, 6) desde su oasis tropicalista en Arrancapins, con sus compartimentos privados de ambientación polinesia, y, ya en la zona de Campanar, acabamos la ruta en Huakaloa (Carlos Dinnbier, 10), un tiki bar con una oferta muy dirigida también al público joven universitario.

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