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NUNCA HE ESTADO en turquía / OPINIÓN

La palabra

14/05/2024 - 

VALÈNCIA. Siempre he pensado que mi capacidad de sorpresa con Meriton era complicada de rebasar tras diez años de mentiras, incumplimientos, arrogancia, soberbia, desprecio y destrucción sin miramiento alguno sirviéndose de todas las herramientas posibles. 

Una de ellas es la palabra. Reza un dicho que un hombre vale lo que vale su palabra, y en ese apartado ya hemos comprobado que la palabra de Meriton no vale absolutamente nada. 

El Meriton que aseguró tener el nuevo Mestalla para el año del Centenario, el que afirmaba en 2022 estar "muy cerca" del acuerdo final con los políticos, el que dijo que el nuevo Mestalla se haría con ATE o sin ATE, o el que ahora dice que el club es "proactivo" con lo que se le exige (proactivo es el nuevo palabro que ahora van a utilizar hasta la saciedad), es una máquina de mentir e incumplir.

Por eso cada vez que Meriton habla del Nou Mestalla, sube el pan. Y ahí se lleva la palma Javier 'Soleaks'. Era complicado alcanzar para el valencianismo los niveles de impopularidad de los que gozaba Anil Murthy, pero hay que reconocerle al abogado valenciano que está a punto de igualarlo en tiempo récord y que va a acabar superándolo. El máster de mercader de voluntades también lo aprendió rápido. Murthy podrá sentirse ufano de su legado.

Escandalizarse de que les puedan pedir a estos tipos avales o cualquier otra garantía, a unos señores a los que una sentencia del TSJ llama incumplidores por activa y por pasiva, es un papelón que muestra que por más que uno se proclame valencianista su verdadero amo y señor está a 11.000 kilómetros de aquí. Los tribunales les han dicho oficialmente lo que es vox populi, su credibilidad es tan firme como la limpieza de los Tours ganados por Lance Armstrong.

Por eso la palabra es tan importante. Por eso "las palabras" también lo son. Si recuerdan la semana pasada les advertía desde estas mismas líneas de lo pronto que iban a comenzar los mensajes de todos los veranos: "Hemos aprendido", "van a cambiar cosas", "dejad trabajar" y "si un jugador sale es porque quiere marcharse". Visto lo visto, este año las consignas se han incrementado. 

La manifestación convocada para el domingo, la caída del rendimiento del equipo en la liga (que ha sido la gran baza para la tranquilidad de los asalariados de Peter este año) y el frente político común contra Lim provocan que la propaganda vaya a ser este año más temprana, más dura y más intensa. Lo que haga falta para que la ira del señorito no se desate. Hay que evitar a toda costa que a Singapur llegue otra imagen como la de mayo de 2022 ¿Lo conseguirán? Este domingo veremos si el relato de Singapur gana la batalla, o si las ganas de luchar por no dejar morir al Valencia vuelven a agitar la calle. Si la palabra del relato prefabricado se sale con la suya será un duro golpe y (casi, casi) la sentencia definitiva para el club valencianista.

PD: por cierto, creo que protestar merece la pena siempre, pero pienso igualmente que no es bueno creer que una protesta como la de hace dos temporadas vaya a tener un efecto como el que piensan algunos. A Murthy se lo cargaron por llamar "senil", "aficionado" y "problema" a Peter. Lo del estadio vacío les molesta en la medida en que LaLiga les pueda llamar la atención (es más, por ellos mucho mejor un estadio vacío que no les increpe). Lo de que esa fue la causa del adiós de Murthy, fue la trola de Layhoon a su vuelta a Valencia para hacerle creer al personal que son receptivos al malestar general. Eso sí, entre manifestarse o no hacerlo, me inclino por la protesta. De todas, todas.

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