VALÈNCIA. El presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de València, Manuel Espinar, lo tiene claro. Desde hace meses se ha planteado la idea. Y ésta, además, tiene nombre propio, valenciano: el Síndic de l’Oci, una comisión, un ente, una persona que haría las funciones de guardián entre el centeno del ocio nocturno. Para los profesionales de la hostelería sería la solución perfecta para conseguir que su trabajo deje de ser un conflicto de convivencia. En un acto público junto al presidente de la Asociación de Pubs de Valencia, Tico Corrons, y el presidente de la Asociación de Discotecas, Óscar Iglesias, Espinar dieron a conocer hace dos semanas las principales premisas de una propuesta en ciernes que, conforme pasa el tiempo, va cobrando forma.
Este miércoles el II Congreso Nacional del Ocio que se celebra en Feria Valencia contará con los testimonios de tres grandes ciudades centroeuropeas (Zúrich, Amsterdam y Berlín) que corroborarán los beneficios que puede tener articular una figura así en València. Alexander Bücheli, miembro del Comité Alcalde de Noche de Zúrich; Mirik Milan, alcalde de la Noche en Amsterdam; y Lutz Leichsenring, portavoz de la Comisión de Clubes de Berlín, compartirán escenario con el Concejal de Actividades, Carlos Galiana, y la primera Teniente de Alcalde del Ayuntamiento, la también Concejal de Turismo Sandra Gómez. Como moderador, el director de Valencia Plaza, Javier Alfonso. La intención de los hosteleros es que todo el mundo vea tan claro como ellos porque es una opción más que razonable. Como argumentario, Espinar ofrece 10 motivos para apoyar la propuesta.
1. El ocio tendrá un interlocutor. El Síndic de l’Oci debe convertirse en el interlocutor activo de todos los participantes del ocio de València, incluyendo desde la industria creativa a la administración, pasando por las fuerzas de seguridad, consumidores y, cómo no, vecinos. “Aquí lo que queremos es que todos los interlocutores estén representados dentro de la propia comisión; queremos que todos los problemas del ocio, tanto los que suceden de día como los que pasan de noche, se canalicen a través de él”, comenta Espinar. “Muchos conflictos se habrían resuelto con la existencia de un interlocutor. Somos la ciudad de España con más ZAS para nada, para nada porque no se resuelve el problema”. Con el Síndic ya no será preciso acudir a la Justicia a las primeras de cambio.
2. Como el Sr. Lobo, solucionará problemas. Los hosteleros tienen claro que el Síndic debe ofrecer apoyo continuo a aquellos que necesitan consejos relacionados con el ocio y la vida nocturna de la ciudad, ya sea administración, instituciones, medios de comunicación, propietarios de locales, colectivos vecinales, etc. “Lo que es la comisión tiene que ser un órgano que resuelva problemas, pero también que anticipe los posibles problemas que vayan a ocurrir. Puede ser además una herramienta poderosa para que a un empresario que se quiere involucrar en el negocio se le informe ante posibles cambios legislativos, e igualmente a ayudar a los vecinos”. Con todo, Espinar recuerda que el Síndic no puede tener capacidad sancionadora. “En ninguna ciudad de Europa es un órgano ejecutivo”.
3. Premiará a quién se lo merezca. Una de las ideas que manejan los profesionales del ocio es que el Síndic sí pueda premiar y desarrolle, en colaboración con el sector, un sello de calidad y compromiso para los locales de ocio que cumplan una serie de características concretas, un sello que sería como la Q de Calidad o el ISO-9000. “Hay que exteriorizar a aquel empresario que lo hace bien. A nivel europeo ya hay empresas que se dedican a ello”, explica Espinar. “Es positivo para los consumidores y para los empresarios”, apostilla.
4. Todos contra el ruido. “Cuán gritos esos malditos” se lamentaba don Juan, y hoy lo dirían muchos vecinos del casco histórico o Ruzafa. El ruido no es un atractivo para el ocio; más bien al contrario. Por si fuera poco se genera en gran medida por el botellón o la venta ilegal de bebidas (lateros), y provoca situaciones desagradables en las que, en ocasiones, los propios empresarios son los principales afectados. Por ello se plantea que el Síndic de l’Oci ayude a generar estrategias de reducción de ruido para aumentar la aceptación de los vecinos; una labor que se hará en colaboración con las fuerzas de seguridad. “Somos conscientes del problema que se genera con el ruido; lo que queremos es buscar soluciones para minimizar ese impacto”, detalla Espinar.
5. Ayudará a ver el bosque y no sólo los árboles. Conscientes de que uno de los problemas que ha tenido el ocio en la ciudad ha sido la falta de una visión de conjunto, que ha lastrado el crecimiento y la consolidación de muchos negocios, desde el sector se propone que el Síndic promueva y articule un plan estratégico para el desarrollo de la economía cultural. “La ciudad no puede crecer de una manera desmesurada”, dice Espinar. “Tenemos que decidir qué ciudad queremos y cómo queremos hacerla. Con el anterior gobierno municipal logramos hacer una excepcionalidad en Ruzafa. Con este gobierno lo que le planteamos es lo mismo pero a nivel general porque se trata de regular la oferta y la demanda para ayudar a controlar el crecimiento”. Y para ello, insiste, “debemos tener claro qué queremos y qué no”.
6. Nunca se va más lejos cómo cuándo se sabe adónde se va. Los profesionales valencianos piden que el futuro Síndic realice una planificación de nuevas zonas urbanas de ocio sostenibles, que permita a su vez una sostenibilidad de este tejido empresarial. La idea, en el fondo, es una continuidad del plan estratégico, su concreción. “Al final siempre hay que pensar que el ocio debe perdurar en el tiempo”, asevera Espinar. Poner en marcha una propuesta integradora y con la implicación de todos los colectivos afectados por el ocio será uno de los retos de la nueva figura.
7. No estamos solos; abrirá puertas. Los profesionales insisten en la necesidad de un intercambio de experiencias con figuras similares a nivel nacional e internacional para buscar fórmulas y modelos de éxito a nivel de ocio. “En este congreso traemos a tres alcaldes de Noche de Europa, pero no podemos quedarnos aquí, creemos que debe haber un feedback constante con aquellas ciudades que comparten características con València. Nos dedicamos a mirarnos en el ombligo y así no se encuentran soluciones. Debemos tratar más con otras urbes que tienen características similares”.
8. València volverá a ser la primera. Dice Espinar que si se pone en marcha el Síndic de l’Oci se logrará convertir a València en la primera ciudad española en adoptar una figura de este tipo, posicionándola como ciudad innovadora a nivel nacional “de nuevo” en el complejo mundo del ocio nocturno. “Históricamente hemos sido pioneros en España”, recuerda Espinar. Es hora de reverdecer laureles.
9. Incentivará la profesionalización del sector. “Caímos en la trampa [de la rentabilidad rápida], pero creo que a través de la profesionalización volveremos a ser un referente a nivel de ocio a nivel nacional”, explica Espinar. Y aquí puede ayudar, y mucho, el Síndic de l’Oci. “En las capitales europeas que tienen esta figura implantada, la formación es un punto importante de los funciones de la comisión. Según el INE más del 70% de los trabajadores del sector del ocio son titulados superiores. Tenemos un capital humano excepcional. Hay que ponerlo en valor”, sentencia Espinar.
10. Habrá 'pax' valenciana. En el sector están convencidos de que el Síndic marcará un antes y un después en la ciudad porque permitirá pacificar el ocio y hacer que los vecinos dejen de verlo como un enemigo. “Tenemos que ser capaces de ello antes de morir de éxito, ahora que nos dirigimos a ser una ciudad turística”, apunta Espinar. El tiempo apremia.