Una de las cosas que le suceden habitualmente al atleta popular es que, a medida que se van intensificando los entrenamientos, su peso va bajando. Al mismo tiempo, si tenemos como referentes a los atletas de élite, nos damos cuenta de que están muy delgados.
Sin embargo esto, trasladado al atleta popular puede ser muy perjudicial. "Hay quien se obsesiona con bajar de peso e incluso deja de comer, lo que es un error grave", dice el entrenador José Garay.
Cuando perdemos peso, no sólo perdemos grasa sino que también se pierde porcentaje muscular. Por lo tanto perder más peso del que se debe es perjudicial para la salud y puede provocar el aumento de las lesiones y la pérdida de potencia.