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crónica por los otros / OPINIÓN

30 años transportando historias

Cuando una empresa es sostenible y mejora este mundo que habitamos tanto económica, social como medioambientalmente me gusta ponerla en valor dentro del Tercer Sector. Es el caso de la empresa RLC, conocida internacionalmente por ser referente en el sector del transporte, una empresa que cumple 30 años transportando historias y cuenta con un valor social verdadero: el trabajo que realiza con la entidad Bicicletas Sin Fronteras. Hoy vamos a contar historias… 

24/06/2023 - 

Esta la historia de un chico (Romà Boule) que pone en marcha una oenegé para trabajar en Senegal (Bicicletas Sin Fronteras) donde el transporte se convierte en la herramienta para transformar y desarrollar vidas. Romà en búsqueda de financiación para la oenegé le cuenta a sus amigos el proyecto para que le ayuden. Y aquí empieza la red humana que toda oenegé necesita sobre todo en los comienzos hasta que la historia le llega a Marina, una chica que trabaja en una empresa de transporte con una sensibilidad especial para apoyar proyectos sociales (RLC), que hace llegar el proyecto a sus jefes. El entonces fundador de la empresa Jorge y Elia Martinez empiezan una colaboración que hoy día, Raúl Cerdán, el hijo de ambos ha consolidado. Así es cómo comienza la historia de RLC (Rau Load Cargo) y Bicicletas sin Fronteras. 

La vida unió en un determinado momento el altruismo de RLC con la necesidad de Bicicletas sin Fronteras. La relación entre Bicicletas Sin Fronteras y RLC es una relación que ha ido creciendo con el tiempo, se ha afianzado y se ha consolidado con muchas historias que la envuelven. Historias de todo tipo: historias bonitas y duras al mismo tiempo. Historias de vida. 

RLC y Bicicletas Sin Fronteras

La historia de RLC es la historia de la familia Cerdán. RLC es una de esas empresas que cuesta encontrarse en el camino y que va más allá de cumplir objetivos económicos. RLC busca alcanzar también objetivos sociales. En definitiva, una empresa valenciana que busca el bienestar para todas las partes y el equilibrio. RLC que se ha consolidado y se ha hecho fuerte en su sector, pero, sobre todo , es una empresa sostenible, una empresa sensible, una empresa comprometida e implicada por hacer este mundo más justo y mejor. RLC forma parte de ese conjunto de empresas comprometidas con su entorno, que buscan el triple impacto económico, social y medioambiental. Una empresa con una mirada sensible, social y sostenible. Pero lo más curioso es que RLC cuenta con esa mirada casi desde los inicios cuando  en 1993.

La historia de Bicicletas Sin Fronteras es la historia de vida de muchas personas en Senegal. La entidad consigue mejorar la calidad de vida y el rendimiento escolar de muchas niñas y niños en su infancia a través del transporte. La asociación está centrada en la solidaridad y cooperación a través de la bici que les permite agilizar el transporte de miles de personas hasta la escuela o su trabajo en Senegal. 

El transporte unió a la empresa RLC y a la oengé Bicicletas Sin Fronteras y a partir de ahí empezaron juntos a transportar historias de vida.

  

Estas bicicletas van mucho más allá de la bici en sí. Cada compra de la bici incluye el coste de material de la bici y su mantenimiento, así como mantener toda una infraestructura para ofrecer un servicio técnico cada año lo que supone poner en valor la creación de puestos de trabajo local,  activar la económica local y generar un impacto positivo en el terreno con el cuidado del medio ambiente.

Ahora RLC celebra 30 años transportando historias y con motivo del aniversario, ha querido ser el altavoz del trabajo que realiza la oenegé en Senegal y dar el apoyo pero, sobre todo el cariño, que toda entidad social necesita. Por ello ha lanzado el reto solidario de conseguir más bicis y que la celebración de su aniversario, consiga  la máxima donación para Bicicletas Sin Fronteras. Y así ha sido. El 30 aniversario de RLC ha movilizado tanto a la gerencia como a  empleados y empleadas, y empresas con las que trabaja y entre todas las partes se ha conseguido una recaudación de 23.050 euros lo que supone  casi 100 bicis más. 

La unión soñada

Bicicletas Sin Fronteras y RLC  han trabajado y desarrollado proyectos sociales juntos que mejorar la calidad de vida de otras personas, principalmente estudiantes, en Senegal. Una historia de hermanamiento que mejora la calidad de vida de ambas entidades.

Para conseguir esta unión entre empresas y entidades sociales es imprescindible que se den varias circunstancias. Por un lado,  que la empresa en cuestión, además de ser solvente económicamente,  tenga esa sensibilidad, esa mirada social y esa implicación que SOLO se consigue cuando la gerencia de la misma se implica y muestra esos valores solidarios y altruistas como es el caso de RLC con Raúl y Elia a la cabeza; y por otro lado, encontrar una entidad social afín en sus valores y alineada con su modelo de negocio como ha sido el caso del transporte y de Bicicletas Sin Fronteras.

Elia Martinez y Raul Cerdán. Foto: CAMILA STORNINI/AGÈNCIA DISTRICTE

Pero para que una empresa consolide su compromiso con proyectos sociales es imprescindible que estos proyectos sean de verdad. Y así ha sido.

Este tipo de conexiones entre una empresa potente  y solvente en todos los sentidos  con una entidad social sostenible es la simbiosis perfecta para poder trabajar en condiciones en el Tercer Sector desde el ámbito privado.  La empresa RLC y Bicicletas Sin Fronteras son el ejemplo perfecto.

Es tan difícil contactar con una empresa comprometida y solidaria como  encontrar un proyecto social que encaje en su ADN. No todas las personas somos iguales, no todas las entidades sociales (oengés) son iguales y NO todas las empresas son iguales. Hay empresas y EMPRESAS. 

Empresas que hacen este mundo mejor, más habitable y más humano. Empresas comprometidas, preocupadas y ocupadas en el desarrollo y la sostenibilidad económica, social y medioambiental. En este conjunto de empresas entra RLC como ejemplo de sostenibilidad social con iniciativas como la que lleva a cabo con la entidad Bicicletas Sin Fronteras y con otras iniciativas con sus propios trabajadores y trabajadoras.

Porque esta sostenibilidad social de la que hablamos no sólo pasa por apoyar proyectos en países en desarrollo, esta sostenibilidad social nace desde la propia empresa haciendo partícipes a su trabajadores y trabajadoras e inculcando los valores sociales con los que está alienada la propia empresa. Y RLC da ejemplo de ello en su día a día, de puertas hacia dentro, con humildad y con paso firme. En definitiva RLC es una empresa querida, admirada y respetada. Una empresa familiar que sigue creando familia con toda su gente gracias a  su manera de hacer, de trabajar y a su manera de ser.  

La semana que viene… más! 

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