VALÈNCIA. El bocadillo de calamares y el Bar Casa Mundo forman un matrimonio indisoluble. Primero celebraron las Bodas de Oro y este año 2023 cumplen setenta años de estrecha relación. No se puede entender uno sin el otro. Se podría decir que este manjar tan sabroso, que sin duda ha alcanzado su etapa de madurez, forma parte de la historia, paisaje y vida singular del la ciudad de València.
Varias generaciones de valencianos, que han podido disfrutar de este popular entrepà, pueden dar viva fe de esto que decimos. Porque su disfrute es una tradición, algo que se traslada de padres a hijos.
Situado en la calle Don Juan de Austria número 11 del Cap i Casal, el ya mítico Bar Casa Mundo fue fundado en 1953 por Edmundo Suárez de Trabanco y Josefa Navalón. Hablar de Edmundo Suárez, conocido futbolísticamente como Mundo, son palabras mayores. Porque fue jugador del Valencia CF durante once temporadas, desde 1939 hasta 1950, siendo todavía el máximo goleador en la centenaria historia del club, con la friolera de 269 goles en 287 partidos, y conquistadlo dos campeonatos de Liga y tres de Copa. Casi nada.
Por este motivo, el Bar Casa Mundo siempre se asoció al deporte del fútbol. Y, por extensión, al Valencia CF. De esta manera, la gastronomía y el deporte tenían su punto de encuentro para alternar el debate futbolístico con unas buenas viandas. Con Mundo de ariete, y Josefa en la dirección de la cocina, el éxito estaba asegurado. Porque, por encima de todo, lo que empezó caracterizando al popular Casa Mundo (como así lo denominan los fieles que acuden en masa) y continúa caracterizando ahora es lo mismo: la calidad de sus materias primas y una magnífica atención personal.
El bar empezó a ser popular gracias a su bocadillo de calamares, su producto estrella, además de sus tapas siempre cocinadas de forma tradicional que se solían degustar en la barra del recinto. Con el tiempo, esa receta tradicional y esa esencia de sus fundadores, Mundo y Josefa, se ha seguido manteniendo.
Porque Casa Mundo, al igual que sus magníficos productos, también ha pasado de generación en generación. Tras el fallecimiento de sus fundadores, fueron sus hijas, Josefa, Rosa y Begoña, quienes se encargaron de mantener viva la llama, hasta la llegada de lo que es la tercera generación con Arturo y Mundo al frente del mismo.
A día de hoy, Casa Mundo es algo más que un bar. El recinto es un verdadero museo del Valencia CF, puesto que está lleno de fotos, copas, grabados y recuerdos de la trayectoria del futbolista. Su lema es: "Nuevo local, nueva imagen, mismo espíritu", y fue inaugurado el 28 de marzo de 2019 para celebrar el Centenario de la entidad. Su carta lo dice todo: bocadillos como Mestalla, Rat Penat, Senyera o Pichichi no faltan en la misma, poniendo de manifiesto el valencianismo que corre por la venas de los dos nietos que gestionan el local y que añoran a un abuelo que marcó un hito en el club.
Las riendas de Bar Casa Mundo la lleva en la actualidad Mundo Suárez, nieto del mítico jugador, licenciado en ADE y diplomado en hostelería, que ejerce como director general. Emprendedor y valencianista de pura cepa, Mundo apuesta, sin ningún tipo de duda, porque la actividad del bar siga muchos más años como referente en la ciudad de València y que el bocadillo de calamares pueda llegar a ser tan Centenario como el Valencia CF.