9 d’Octubre: 'Episodio IV, una nueva esperanza'

VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se enfrenta este sábado a un discurso complejo, lleno de aristas, en el que su misión debe ir dirigida a levantar el ánimo de los valencianos. La pandemia, los problemas económicos de la Comunitat Valenciana, la caída en picado de negocios tan importantes como la hostelería, el ocio nocturno y el turismo, la falta de motivación en los jóvenes, las dificultades casi endémicas de la industria local, las reivindicaciones eternas hacia Gobierno central… todas son cuestiones que generan intranquilidad en el Palau de la Generalitat.

Sin embargo, el jefe del Consell tiene herramientas para invocar un mensaje de esperanza. El reciente levantamiento de la gran mayoría de las restricciones en la Comunitat Valenciana invitan al optimismo: el deseo de emerger, de expansionarse, de relacionarse… supura por todos los poros de la ciudadanía. Una sensación que, si la pandemia no lo impide, puede traducirse en un clima positivo de regreso a la normalidad.

Eso no impide recordar que los problemas de siempre sigan vigentes. Pero aún así, hay un mensaje que entregar. La llegada de los fondos europeos, el nuevo planteamiento territorial, las alianzas tejidas por Puig o las inversiones para la Comunitat en los Presupuestos Generales del Estado son razones suficientes, al menos para Presidencia, en las que creer para confiar en un renacimiento valenciano a corto plazo.

A todo ello hay que añadir un compromiso fundamental con la Comunitat por parte de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. En el mes de noviembre se pondrá sobre la mesa un primer documento para la reforma del sistema de financiación. Un modelo caducado a finales de 2013 sin que ningún gobierno –popular o socialista- haya resuelto una solución. Muchas esperanzas hay puestas en el Botànic –PSPV, Compromís y Unides Podem- de que se abra un debate sobre una cuestión que, mientras no se solucione, implica una sangría para las arcas presupuestarias valencianas.

Y en ese escenario se encuentra la Comunitat Valenciana. Siempre nadando hacia un horizonte que se mantiene cercano –pero también lejano- respecto a los objetivos finales que doten de normalidad a un territorio con un peso notable dentro de España. Probablemente, el Consell nunca ha estado tan próximo en los últimos años de lograr unos objetivos mínimos de justicia.

Es más, en el gran teatro nacional, los equilibrios políticos de cada autonomía han inclinado hasta ahora la balanza para la defenestración de la región valenciana. Este 9 d’Octubre, llega el momento de la reivindicación decisiva y unánime para recuperar el orgullo y el peso nacional que la Comunitat Valenciana merece dentro de España.

En 1977, se rodaba la primera entrega de Star Wars bajo el título, precisamente, ‘Episodio IV: Una nueva esperanza’. Tras muchos años en los que los problemas y desdenes se han acumulado para la Comunitat, la coyuntura actual de salida de la pandemia, sintonía con el Gobierno de España, llegada de fondos europeos y horizonte de la reforma del sistema de financiación, invitan a un pensamiento más optimista en este 9 d’Octubre. La pregunta es, ¿van a decepcionarnos nuestros representantes políticos o por fin van a instalarse en la 'rebelión' -o reivindicación- firme que permita alcanzar el objetivo de justicia que persigue la Comunitat Valenciana frente al 'Imperio'?