ALICANTE. Si hay un sector que está trabajando estos días no ya tanto como antes de la pandemia, si no más, es el de los despachos de abogados. No solo porque el Gobierno los haya incluido en el listado de servicios esenciales que pueden mantener inalterada su actividad en la fase de confinamiento reforzado en la que nos encontramos, sino porque empresas y autónomos acuden, en muchos casos desesperados, a sus servicios para poder entender y aplicar alguna de las múltiples medidas que, a un ritmo vertiginoso, anuncia y aprueba el Ejecutivo.
Hablamos con tres despachos de la capital alicantina que estos días exprimen al máximo el teletrabajo para dar salida a una cantidad de trabajo inusitada, pese al cierre de los juzgados, especialmente en lo que a materia laboral se refiere. Pero no exclusivamente. Y el relato de los tres coincide casi punto por punto: sus equipos llevan teletrabajando desde el primer día, realizando trámites telemáticos y atendiendo clientes a través de videoconferencias, webinars y correo. Si bien hay áreas que han visto caer su actividad, especialmente en lo que a pleitear se refiere, la fiscal y la laboral se han disparado, mientras el BOE les obliga a 'reciclarse' prácticamente cada dos días.
"Tenemos más trabajo que antes, fundamentalmente con pymes, que son nuestro principal cliente", explica José Antonio Galán, socio director del despacho Galán y Asociados Consultores. Pese a que su oficina en la avenida de Maisonnave está abierta para recibir paquetes y para casos muy puntuales, su equipo de 45 profesionales atiende a los clientes a distancia. "Nosotros ya teníamos muy implementado el sistema de teletrabajo, así que no ha sido ningún problema", explica, "así que hemos optado por esta fórmula pese a ser un servicio esencial, lo que nos permitía seguir en el despacho".
En cuanto a lo que requieren sus clientes, "vienen con muchas dudas, sobre todo por los últimos cambios legislativos". Así, sus abogados celebran "reuniones y seminarios por videoconferencia", y atienden por teléfono y correo. "Ahora fundamentalmente estamos volcados en la tramitación de ERTE, pero también asesoramos en otros ajustes. La ayuda con la legislación laboral es lo que más nos demandan nuestros clientes". Y todo, de forma telemática. "Pienso que estos cambios han venido para quedarse, va a ser la nueva forma de trabajar cuando esto pase", aventura Galán.
El trabajo a distancia no es un problema, pero los constantes decretos legislativos del Gobierno sí empiezan a serlo. "Lo llevamos muy mal, porque las empresas no pueden planificar su acción: hay prácticamente cambios cada día", lamenta. "Que no paren de salir normas nuevas no ayuda nada a las empresas, porque no saben como actuar. Y a nosotros nos impide asesorarlas de forma correcta, porque hay muchas dudas legales y jurídicas". El socio director de Galán y Asociados Consultores recuerda que "el marco jurídico en España históricamente ha sido muy estable y sólido, y tanto cambio no es bueno".
Juan Antonio Román, socio director de Abogatio, relata que en su despacho están "teletrabajando desde el primer día, por responsabilidad. Se mantiene la atención a nuestros clientes en todas las áreas, excepto en los trámites judiciales, que están parados". Lo que más trabajo está dando en estos días, como en todos los despachos, es la tramitación de ERTE. "Llevo ya más de veinte", explica Román, presentados todos evidentemente de forma telemática. "La actividad en pleitos ha caído algo, lógicamente, pero ya hay empresas que están llevando a cabo reclamaciones de cantidades pendientes para adelantar trabajo e intentar cobrar cuanto antes". En un primer momento, de forma extrajudicial.
En cuanto a la "eclosión legislativa", como la define, considera que es "mala porque genera incertidumbre". Además, "el Gobierno anuncia muchas cosas que luego no implementa, como el fraccionamiento de pagos para pymes. Y los clientes nos preguntan a nosotros, pero nosotros no tenemos a quién preguntar". Una paradoja que "nos convierte en una especie de departamento de atención al público del Gobierno". "Estudiar leyes no nos molesta, es nuestro trabajo, pero el problema es que el ritmo del Gobierno y el de la Administración no son el mismo, así que estamos interpretando los decretos con toda la prudencia y profesionalidad posible".
"La tremenda situación que estamos viviendo con motivo de la emergencia sanitaria ha hecho que estemos más operativos que nunca", relata David Devesa, socio director del despacho alicantino Devesa & Calvo Abogados. Su equipo, que teletrabaja también desde el primer día (su despacho en la Casa Carbonell cerró el 13 de marzo), está "luchando a brazo partido con nuestros clientes, empresas e instituciones, asesorándolos en la toma de decisiones difíciles". El entorno normativo actual, "a Real Decreto-Ley por día, obliga a nuestro equipo a trabajar con una agilidad de respuesta inusitada; hay mucho en juego y no podemos fallar", asegura.
De entre todas las áreas de especialidad que ofrece el despacho de Devesa, obviamente la que se ha disparado es la laboral, "con motivo especialmente del aluvión de ERTES por fuerza mayor o causas objetivas asociadas al Covid-19". De esta forma, "mantenemos una actividad frenética para que nuestros clientes estén bien informados: videoconferencias, llamadas de teléfono, webinars, abundante contenido en nuestro blog redactado por nuestro equipo de especialistas y emails individualizados", detalla. "No es fácil mantener esta actividad vertiginosa y compatibilizarla además con la vida familiar, pero la ocasión merece el esfuerzo; los puestos de trabajo de muchas personas dependen de que asesoremos bien a empresarios y directivos".