ALICANTE. Hoy el diseño y la ilustración son oficios digitales y los instrumentos más completos son los electrónicos. Por eso un lápiz digital y un iPad Pro es todo lo que necesita Aina Farm para crear las ilustraciones con las que consigue expresar su modo de ver las cosas. Una técnica que, según confiesa, le ayuda además a equilibrarse y a tranquilizarse. "No necesito un estudio donde pintar al óleo o donde colocar mis lienzos, así es mucho más cómodo y puedo dibujar desde cualquier lugar", explica. Hacer sus bocetos con lo que siente cuando algo importante le ocurre, ya sea bueno o malo, hace que sus obras transmitan con mayor intensidad. "Siempre recurro al dibujo para sentirme bien", comenta. En la mayoría de ocasiones plasma a mujeres con actitud empoderada y desafiante. Con carácter y sensualidad. "Desde el principio he centrado mi obra en la mujer", apunta.
Ella define su estilo como moderno y desenfadado. Con trazos gruesos que no están pensados ni son remilgados. En algún caso se deja llevar por la tentación del clásico blanco y negro, aunque en la mayoría de ocasiones emplea mucho color. Toma una imagen como ejemplo y después la replica a su manera. "Me lleva mucho tiempo encontrar la foto o la imagen perfecta que me transmita lo mismo que quiero plasmar yo", comenta. Y una vez localizada, cuando coge el lápiz, entonces empiezan a brotar todas sus referencias.
Desde pequeña sintió que el arte no es algo que ella escogiera sino que fue más bien al revés. Por eso decidió estudiar Bellas Artes, en Barcelona, especializándose en diseño gráfico y añadiendo a su currículum un máster en dirección de arte. El escultor Henry Moor es uno de sus referentes. También Tito Merello. "Todo me lleva al mismo punto, a un conjunto de referencias que después son las que yo aplico en mi trabajo", explica. Y es que reconoce que mucho de lo que le gusta se queda en ella para salir después en forma de dibujo. "Somos lo que nos gusta, los ejemplos y las referencias que tomamos", afirma.
"Hablé con Merello antes de hacer esta incursión en lo digital porque me gustó su obra y él trabaja de esta forma", recuerda. Y aunque Aina Farm era reacia a colgar los lápices y pinceles para lanzarse de lleno a lo electrónico, la recomendación de este artista le llevó a probarlo. "Fue muy amable y me resolvió todas las dudas, así que comencé a trabajar esta técnica y mi obra empezó evolucionar de forma autodidacta", comenta. Le dedica muchas horas. Todas las que puede. De hecho, reconoce que le encanta su profesión como diseñadora gráfica pero que solo consigue sentirse saciada artísticamente a través de la ilustración. Así que aprovecha sus ratos libres para dibujar.
Utiliza la música para estimular su creatividad y se declara seguidora del rock y el indie. De hecho, algunas de las personalidades que ha dibujado son David Bowie, Fredy Mercury o Elvis. No le gusta sentirse encasillada y esa es su forma de romper los posibles vicios de sus trazos. Aunque también opta por aceptar algún encargo de particulares que se sienten atraídos por su estilo y desean transformar una de sus fotografías en ilustración. Incluso dibujó las lonas que recientemente han cubierto las torres desde donde se proyectaba el videomapping del cuento de Navidad, en la plaza del Ayuntamiento.
Sus láminas más llamativas han sido recogidas por Gráficas Campoamor para editar su habitual calendario ilustrado. Un proyecto que iniciaron hace unos años, con el que tratan de difundir y dar a conocer entre su público a jóvenes artistas, así como obras o documentos históricos que tengan relación con la ciudad. En anteriores ocasiones, los protagonistas han sido fotógrafos o dibujantes de la localidad, e incluso una recopilación de fotografías antiguas de Alicante. Pero esta vez los doce meses de 2019 están ocupados por las ilustraciones de Aina Farm en un calendario que se puede recoger de forma gratuita en el propio establecimiento, en el 54 de la calle Quintana de Alicante. Una forma mucho más artística y agradable de ver pasar los meses, las semanas y los días del año.