BENIDORM. Turisme Comunitat Valenciana ha elaborado una guía de recomendaciones para que los ayuntamientos puedan tomar decisiones que garanticen la seguridad higiénico-sanitaria en sus playas. Hay que tener en cuenta que con el pase a la Fase 2, son muchas localidades las que se están planteando la apertura de estas zonas para el baño y tomar el sol. Así, entre otras cuestiones, aconsejan que se establezca un aforo máximo en aquellos arenales donde está previsto que haya gran afluencia de bañistas.
Para ello, indican cuál debería ser la manera más óptima para conocer cuánta gente puede entrar en la misma playa asegurando el distanciamiento físico obligado para evitar contagios por covid-19. Para cuantificar la limitación, el ente gestor debería calcular en primer lugar el 'aforo bruto' del arenal, el cual debe tomar como variables sus características, la zonificación por usos, la ocupación estática y dinámica segura, el tipo de ocupación de la playa, la separación de accesos y de pasillos intermedios, etc.
Según Sanidad, a efectos de calcular el aforo máximo permitido por cada playa, se considerará que la superficie de playa a ocupar por cada bañista será de aproximadamente cuatro metros cuadrados. Además, se descontará de la superficie útil de la playa, como mínimo, una franja de seis metros a contar desde la orilla en pleamar.
Turisme recomienda que para conocer el aforo neto, se tienen que cuantificar los siguientes conceptos: el riesgo sanitario, el comportamiento social y la capacidad de control. El primero va del 0,25 cuando el riesgo es 'muy alto' hasta el 1 cuando está controlado. El comportamiento social tiene su valor más pequeño cuando el cumplimiento de las normas es 'bajo' en materia sanitaria o de seguridad, situándose en 0,25, mientras que en 1 se coloca el más 'ejemplar'.
Por último estaría la capacidad de control, que depende del seguimiento en accesos, disponer de herramientas para conocer la ocupación en tiempo real y de tener la posibilidad de desalojar de forma eficaz la playa en caso de un incumplimiento grave. En este caso, el baremo va desde el 0,50 al 1.
Una vez que se conocen estos parámetros por parte del municipio, muestran una fórmula para conocer el aforo máximo, que sería resultado de la multiplicación de estos tres coeficientes y el aforo bruto.
Para el control en los accesos, sugieren pasillos directos a la primera línea, reducción de llegada de vehículos y la inclusión de un doble carril de circulación peatonal donde el bañista tendría que circular siempre por su derecha. Para la denominada como 'zona seca' que sería el arenal, recomiendan la fragmentación en grandes zonas, por sectores y por horarios. Así, para la 'lamina de agua' consideran que se debería hacer un retrancamiento de la primera línea, generalmente usado para el paseo.
"La aplicación de una o varias fórmulas para controlar el aforo y las medidas para garantizar el distanciamiento social podrían reforzarse con el uso de tecnologías disponibles en el mercado y supeditadas al coste de su aplicación y a la garantía de su eficacia. En cualquier caso, el uso de tecnologías deberían ser una fórmula que se reforzara con otras alternativas más tradicionales para garantizar el acceso a la información a todos los perfiles de usuario, prestando especial atención en el segmento senior", recoge el documento.
Siguiendo con la limitación de aforos, reseñan que con respecto a las instalaciones flotantes "y atendiendo a la imposibilidad de poder controlar el número de usuarios y el distanciamiento social, se propone su cierre, desinstalando la misma si fuera viable o en su caso señalizando la prohibición de su uso".
Las hamacas y sombrillas deben distribuirse de manera que se asegure la distancia mínima de seguridad social entre usuarios y grupos, debiendo instalarse los ejes de las sombrillas a distancias iguales o mayores a 4 metros. En ningún caso, dicen, se debe ocupar más superficie de playa que la autorizada por el Ministerio de Transición Ecológica.
Para las actividades deportivas, profesionales o de recreo están permitidas siempre que se garanticen la medida de distancia interpersonal. Atendiendo al Ministerio de Sanidad, Turisme no recomienda la realización de deportes colectivos, reuniones de más de 15 personas o de miembros de la misma familia o que no convivan en el mismo domicilio y la utilización de todo tipo de infraestructuras de playa (parques de juego e instalaciones deportivas). Todo ello dependerá de lo que vaya permitiendo el proceso de desconfinamiento.
Para las escuelas náuticas, se debería disponer, refleja la guía, un plan específico que entre otras medidas estableciera la limitación del número de alumnos, vestuarios, plan de limpieza y desinfección de instalaciones y equipamiento, información y código de conducta para los usuarios.
Con todo, la Generalitat está teniendo reuniones con los municipios costeros para atender a las dudas que se plantean para la apertura de las playas. El primero fue en la provincia de Castellón este martes, donde el catedrático de Ingeniería de la Construcción de la Universitat Politècnica de València, Víctor Yepes, recordaba la importancia de comunicar un número de aforo razonable para no sobrepasar la capacidad. “Más vale quedarse bajo que alto”, señalaba Yepes. “ Si damos un aforo muy alto habrá mucha gente y el riesgo de contagio se va a multiplicar”, recordaba, alentando a ser prudentes.
El catedrático recordaba la necesidad de aumentar no tanto las sanciones, sino comunicar a los usuarios en tiempo real la información de aforo para sentirse segura. “Si la gente sabe que una zona está saturada irá a una que no lo está. Se dará una situación de laminación porque el propio usuario intentará aumentar por sus propios medios la seguridad”, apuntaba el jefe de sección de playas de Turisme Comunitat Valenciana, Amadeo Cardona. “Si hay medusas y aviso la gente ésta sabe que no tiene que entrar en la playa”.