Baleària renuncia a vender el antiguo yate del rey emérito y se centra en remotorizarlo 

ALICANTE. La naviera dianense Baleària ha renunciado, por el momento, a vender uno de sus activos más conocidos, el histórico yate en el que el rey emérito Juan Carlos I solía veranear en Mallorca. La firma del empresario alicantino Adolfo Utor y la familia de Abel Matutes se hizo con el yate, antes conocido como 'Fortuna' y actualmente bautizado como Foners, en 2014, y desde hace unos años lo ha tenido a la venta sin éxito.

El cambio en el mercado y los avances en la tecnología náutica hacia motores más eficientes y sostenibles ha dejado obsoleto al antiguo 'Fortuna', que además salió a la venta por un precio muy superior al que pagó por él la naviera con sede en Dénia. En 2019, un empresario madrileño estuvo cerca de cerrar un acuerdo para adquirirlo, pero finalmente los contactos no fructificaron, y dos años después la firma alicantina ha renunciado a la operación de venta (al menos por el momento) para intentar revalorizar la nave.

Según ha publicado la prensa local de Baleares, el 'Fortuna' ha dejado de estar disponible en los portales especializados en náutica y las plataformas de compraventa más conocidas, donde se ha comercializado sin éxito los dos últimos años. Ahora, la naviera invertirá en remotorizar el yate, tal como ha hecho con otros buques de sus líneas regulares, para hacerlo más sostenible y reducir los costes de mantenimiento y repostaje, para intentar que sea más atractivo a ojos de los posibles compradores.

La naviera con sede en Dénia adquirió el barco en 2014 por 2,2 millones de euros con la intención de reutilizar sus potentes motores para sus ferris, pero esta opción fue descartada. Durante unos años, la firma de Utor utilizó el yate como reclamo (tras descartar también en ese momento cambiar sus motores a gas, por la elevada inversión requerida) y de vez en cuando se lo podía ver navegar desde la costa de Xàbia en temporada alta. También se planteó usarlo como chárter  (una opción que podría volver a estar sobre la mesa una vez revalorizado), y finalmente la empresa intentó venderlo, hasta ahora sin éxito.