BioNostrum pisa el acelerador para comercializar su 'depredador' biológico

ALICANTE. El control biológico de plagas es uno de los claros ejemplos en los que la investigación básica se aplica al mundo empresarial. Bionostrum nació bajo el paraguas de la Fundación Parque Científico de la Universidad de Alicante y terminó 2016 con un traslado al polígono industrial de Canastell (San Vicente del Raspeig), unas ventas de modestas -55.000 euros- y muchos reconocimientos. Este año será clave, porque, por un lado, espera cuadruplicar ingresos y ampliar su oferta de productos.  Pero ante todo será el año de su producción a un ritmo ‘industrial’.

“Sphaerophoria-System” es el nombre comercial con el que la empresa combate el pulgón, especialmente en pimientos y fresas y probado con éxito en berenjena. En un frasco de poco más de 6 centímetros, se introducen aproximadamente 100 pupas de un sírfido – Sphaerophoria rueppellii – que ha resultado ser un eficiente depredador de pulgón, incluso en sus tamaños más pequeños.

Belén Belliure, directora comercial, explica que “nuestro objetivo es producir 90.000 pupas a la semana este año, pues ahora hemos mejorado todo el proceso de mecanización del proceso”. El aumento de la demanda es uno de los motivos por los que la empresa ha abandonado las instalaciones del parque científico de la UA y ha buscado una nave más grande donde poder atender la crianza de este díptero.

Su vinculación con la Fundación continúa, pues uno de los 14 socios que componen BioNostrum Pest Control. “Somos una spin-off del CIBIO de la UA. La idea partió de un estudio de Mari Ángeles Marcos – doctora e investigadora- y todo un desarrollo de I+D que encabezó Rocco Amorós. Ahora somos 14 personas dedicadas al cien por cien”, explica la responsable de la EBT. A la cabeza del Consejo de Administración está el profesor Eduardo Galante, catedrático de Zoología de la Universidad de Alicante y presidente de la Sociedad Española de Entomología.

Sus inicios se basan en la autofinanciación más común en los emprendedores de las 3F (en castellano, familia, amigos y ‘locos’). Al final, “la inversión que hemos hecho en la empresa hasta ahora ha sido de 600.000 euros”, confirma la directora, quien destaca la labor de su director general Javier Cabañas en realizar una buena planificación que prevé alcanzar unas ventas de  200.000 euros este año.

El reconocimiento les ha venido de muchas formas. La última, el premio Emprendedores XXI en el sector agroalimentario, una iniciativa impulsada por La Caixa, a través de Caixa Capital Risc, y co-otorgada por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, a través de Enisa el pasado noviembre. Pero, quizás, uno de los más interesantes vino de la mano de una de las distribuidoras más importantes de Europa, Biobest. La compañía comercializa, en exclusiva, esta herramienta preventiva y curativa para el control biológico de pulgones en cultivos hortícolas y lo seguirá haciendo hasta el 2018 de acuerdo con el contrato que tienen.

“Ahora mismo la necesidad del producto es estacional – primavera y otoño. Nosotros queremos explorar otros usos como el urbano y estamos hablando con ayuntamientos para hacer pruebas este año en jardines urbanos”, revela Belliure. En función de los resultados, se podría romper con este hándicap que tiene BioNostrum.

Las primeras ventas fueron en 2015 sólo en España y, en 2016, se lanzó el producto. Con el nuevo partner, la spin-off de la UA espera abrir más mercados. El uso de las pupas de este sílfido ya se realiza en fresa y berenjenas en Francia. Para la responsable de la empresa: “Hay que comprobar cómo funciona en otros cultivos. El pulgón –Macrosiphum euphorbiae- es difícil de controlar en pimiento y en nuestro producto. Está funcionando en sueltas preventivas y es fácil de aplicar. Su acción destaca a altas temperaturas, en condiciones donde otros enemigos naturales de los pulgones no son tan efectivos”.

Según indica en las características del producto, cada larva se alimenta de las principales especies de pulgón, llegando a depredar una media de 200 pulgones durante toda la fase larvaria, que a temperaturas medias de 25°C dura unos 9 días. También pueden alimentarse de otras especies plaga como mosca blanca, trips y araña roja.