ALICANTE. El desenganche de Mercadona está siendo más duro para la sociedad agroalimentaria alicantina Bonyssa de lo que la propia firma esperaba. La empresa, considerada la mayor productora y comercializadora de tomates de España, acaba de plantear otro Expediente de Regulación de Empleo (ERE) apenas un año y medio después de cerrar el último, en julio de 2015. En esta ocasión afectará, si las negociaciones con los sindicatos no reducen su impacto, a 85 trabajadores del centro de Maset (San Juan de Alicante): el 75% de la plantilla de esta instalación.
Bonyssa rompió su relación de interproveedor con Mercadona, a la que servía tomates, plátanos de Canarias y otras frutas frescas, en 2013. En ese momento, la compañía consideró que podía crecer más dedicando su producción a las exportaciones y a otros clientes nacionales del sector de la distribución alimentaria. Sin embargo, la realidad es que en dos años su volumen de negocio se ha desplomado: ha pasado de facturar 126 millones de euros en 2013 (el último año en el que trabajó como interproveedor de Mercadona) a solo 75,7 millones en 2015. Es decir, un 40% menos.
El negocio de la compañía que dirige Jorge Brotons no ha hecho más que reducirse desde que rompió con el gigante valenciano de la distribución. En 2014 su facturación ya había caído hasta los 107 millones, y el pasado ejercicio un nuevo desplome de las ventas, agravado por la mala planificación de los cultivos (según se admite en la memoria de gestión de la empresa), provocó que la empresa con sede en Mutxamel cerrase el ejercicio el 30 de junio con pérdidas acumuladas por encima de los 2 millones de euros.
En la memoria de 2015, Bonyssa explica que "hemos pasado de vender el 80% de nuestra producción a un solo cliente en el mercado nacional, a vender el 80% a diversos clientes de exportación". Por este motivo, "en el presente ejercicio se han producido desajustes en la programación de las plantaciones para el cliente principal", dado que el desenganche de Mercadona se había diseñado de forma gradual, "lo que nos ha impedido programar adecuadamente con los clientes de exportación. Para evitar nuevos perjuicios en la siguiente campaña, hemos acordado con el cliente principal no seguir con plantaciones futuras, lo que nos permite programar convenientemente con los demás clientes".
En cualquier caso, y aunque este año Bonyssa ya no está atado al calendario de producción para Mercadona, esta circunstancia ha originado "que mucha producción se haya tenido que vender en mercados secundarios con precios inferiores, y aunque el comportamiento de demanda y precios ha sido bastante estable, ha tenido una repercusión muy negativa en los resultados de las ventas". Cabe tener en cuenta que se ha pasado de producir continuamente para los supermercados de Juan Roig a concentrar las exportaciones entre marzo y octubre.
Así las cosas, Bonnysa plantea un ERE para 85 de los 115 trabajadores con contrato estable en el centro de Maset, donde se produce el envasado de plátanos, kiwis, dátiles y otros frutas tropicales. Hasta ahora era el responsable de proveer a los establecimientos de la cadena valenciana Mercadona, pero desde el desenganche ha envasado la marca Chanita, también propiedad de Bonnysa, para otros clientes.
Además de los dos ERE, la empresa ha tenido que poner a la venta diversas propiedades por valor de 55 millones de euros (solares industriales, viviendas y suelos rústicos) en localidades de la provincia como Agost, Campello, Mutxamel y Xixona, entre otros, y algunas en Valencia. Asimismo, la firma logró aprobar un plan de refinanciación para 85 millones de euros.
La iniciativa comienza con la adecuación de 6 entidades sociales y con la donación de 7 furgonetas de reparto.