ALICANTE. Se cumplen dos años de la dimisión de Rafael Martínez Berna como presidente de la constructora alicantina CHM Obras e Infraestructuras. El 5 de enero de 2017, el Borme publicaba la 'bomba' en forma de inscripción: el expresidente de la federación de constructoras Fopa y de la patronal (ya extinta) Coepa abandonaba el timón de la empresa familiar, integrada en el conglomerado del Grupo Vallalba del que es accionista junto a sus cuatro hermanos. Tan sorpresiva como su salida de la presidencia fue la elección de su sucesor: el técnico de carreteras valenciano Vicente Vilanova, un experto en el sector sin relación con la empresa.
Dos años después, la empresa se parece bastante a la que dejó Martínez Berna, aunque ha redimensionado los mercados en los que opera y ha vuelto a entrar con paso firme en el sector de la construcción residencial, al calor de la recuperación y de la mano de los grandes players que dominan el mercado. Entre los clientes privados para los que está trabajando CHM en estos momentos se cuentan Aedas Homes y Neinor Homes, sin ir más lejos, para los que ha levantado la estructura de varias promociones en Madrid.
Pero no solo trabaja con players nacionales. La empresa de los Martínez Berna se ha aliado también con promotoras locales, como Parque Mariola (del también expresidente de Coepa Joaquín Rocamora, aunque dirigida por sus hijas), que tal como ha desvelado Alicante Plaza acaba de lanzar su segunda promoción en el PAU-5 con 79 nuevas viviendas: Mariolagarden. Antes, ya habían levantado juntos los cinco bloques del residencial Parque Mariola. Como también ha contado este diario, Aligrupo, la promotora de los fundadores de Goldcar, Juan y Pedro Alcaraz, ha contratado a CHM para levantar sus primeros residenciales de lujo en Calp, Calpe Beach I y II.
La constructora de la familia Martínez Berna también ha redimensionado su mercado, con un curioso paralelismo con otra gran constructora alicantina, Ecisa: la vuelta a la construcción residencial en España ha ido acompañada de su salida de Polonia, donde operaba con una filial, Plesmar, durante los últimos años. La memoria de las cuentas anuales de la empresa en 2017 avanzaba que en los próximos ejercicios se iba a proceder a liquidar dicha sociedad, una vez terminados los encargos pendientes. En cambio, la constructora ha redoblado su apuesta por Argelia, que aporta un 10% de su facturación. En el país magrebí está construyendo varias carreteras, y tiene en vigor un contrato de más de 26 millones de euros con la Agencia Nacional de Autopistas.
El regreso a la construcción de vivienda, de hecho, no ha supuesto que CHM abandone su core, la construcción y conservación de carreteras e infraestructuras, aunque es cierto que, fuera de Adif y el Ministerio de Fomento, sus contratos son de bajo volumen. Varios ayuntamientos han contratado a la empresa para llevar a cabo remozados en sus cascos urbanos, como los de Alcoy y Utiel, o mejoras en polígonos, como San Vicente del Raspeig, en los últimos meses. En el sector de la obra pública, el gran contrato de CHM en estos momentos es la construcción de la A-33 entre Cieza (Murcia) y La Font de la Figuera (València) por 36 millones, que se adjudicó en abril. Pero CHM es el socio minoritario en una UTE con la gallega Copasa.
En 2017, último año del que se han presentado cuentas y el primero con Vicente Vilanova al frente, la constructora de la familia Martínez Berna facturó 65 millones de euros y se anotó 1,6 de beneficio. En 2016, el último año del anterior presidente (que dejó el cargo en noviembre) los ingresos fueron de 67 millones y el beneficio de 1,4. El Grupo Vallalba, formado por una decena de empresas entre las que la principal es CHM, facturó 90 millones de euros, un 4% más, y se anotó 2,2 millones de beneficio, según las cuentas consolidadas de 2017.
La salida de Martínez Berna de la presidencia y del consejo de CHM (no así del consejo del holding Grupo Vallalba, que preside su hermano Francisco Javier Martínez Berna) se explicó desde su entorno por su voluntad de centrarse en diversificar el negocio de la familia. Lo cierto es que ahora está al frente de la sociedad de gestión hotelera Agora Suites SL, pero también lo es que dejó la presidencia un mes antes de admitir, en febrero de 2017, que había financiado irregularmente al PPCV (como el también constructor Enrique Ortiz) en un pacto con la Fiscalía. Su hermano Tomás Martínez Berna salió del consejo de CHM y de su puesto de consejero delegado al mismo tiempo. También estaba procesado en la causa por la financiación irregular de los populares.