CASTELLÓ. La provincia de Castellón registraba más muertes a estas alturas del año en 2018 que en el presente 2020. Esta es una de las conclusiones que se puede extraer de la Estimación del número de defunciones semanales durante el brote de covid-19 (EDeS), un informe con el que el Instituto Nacional de Estadística (INE) trata de arrojar algo más de luz sobre la pandemia que azota a España desde principios de año.
Según las cifras publicadas este miércoles, hasta la semana 21, que comenzó el lunes 18 de mayo, en las comarcas castellonenses habían fallecido 2.461 personas. De ellas, según las cifras oficiales de la Conselleria de Sanidad, 210 murieron a causa de la covid-19.
En su estudio, y para tratar de comprender la incidencia de la pandemia, el INE compara las defunciones del inicio de este 2020 con las de los cuatro años anteriores. En este contexto, sin especificar las razones de la muerte, y aunque remarca que las cifras de 2020 son estimadas y las de 2019 provisionales (los únicos datos verificados son los de 2018 y los anteriores), el INE recoge un incremento del 7,45% de fallecidos respecto a la misma semana de 2019, cuando en el territorio castellonense habían muerto 2.290 castellonenses (eso sí, dos días más tarde, el 20 de mayo, fecha de inicio de la semana 21).
Pero lo que puede parecer más curioso es que, a las mismas alturas del año, en 2018 habían muerto más castellonenses. Concretamente habían fallecido 2.554, 95 personas más. La razón puede estribar en las altas cifras de principios de aquel ejercicio anual. Fuentes sanitarias consultadas señalan que esto puede deberse a la incidencia de la gripe común, algo habitual "a principios de año".
Eso si, nunca, en el inicio de los últimos cinco años, se había alcanzado una cifra de castellonenses fallecidos en solo una semana tan alta como la registrada en la semana que comenzó el pasado 23 de marzo y que acabó con 171 vecinos de la provincia muertos.