ALICANTE. La Confederación de Organizaciones Empresariales de la Provincia de Alicante (Coepa), que el próximo año debería cumplir 40 años, podría no llegar a celebrar la efeméride. La patronal, que preside el empresario de Guardamar del Segura Francisco Gómez desde que su predecesor (el último presidente electo), Moisés Jiménez, dimitió para intentar favorecer un acuerdo con el IVF que luego no llegó, está otra vez al borde del abismo. La reclamación del Servef para recuperar 1,9 millones de euros en subvenciones para poner en marcha el controvertido Centro de Oficios puede ser la puntilla definitiva.
Si la Agencia Tributaria, que tiene cedida la vía ejecutiva a la que ha acudido el Servef, ejecuta el embargo sobre las cuentas de Coepa (la patronal ya no tiene bienes a su nombre, tras vender su antigua sede en Ruperto Chapí en 2014 a un inversor ruso), la organización no podrá cumplir el convenio de acreedores que le permitió salir del concurso, lo que la llevaría a la liquidación. La última esperanza de la patronal alicantina es que alguno de los jueces que tienen algo que decir en el devenir de la organización, el de lo Mercantil (por el concurso) o el de lo Contencioso (por la reclamación del Servef) paralice cautelarmente el embargo a la espera de que se resuelva el pleito.
Con todo, no sería la primera vez que en determinados cenáculos se da por muerta a la patronal alicantina demasiado pronto. Hace justo un año, el 3 de diciembre de 2016, el juez de lo Mercantil de Alicante estampaba su firma en la sentencia que aprobaba el convenio de acreedores y el plan de viabilidad que le permitía superar (en primera instancia) el concurso. Un desenlace por el que pocos fuera de Coepa apostaban unos meses antes. Sí es cierto que Cierval (ahora liquidada en su propio concurso) fue determinante, al aceptar la quita del 95%, un porcentaje inédito, que permitía aprobar el convenio.
Durante el último año, Coepa ha logrado pagar los créditos ordinarios (en el caso de Cierval se hizo una compensación en el concurso de la patronal autonómica y otra parte se ha consignado en el juzgado) y los subordinados, y ahora le resta afrontar el pago a los exempleados despedidos en el último ERE y al Fogasa. En cuanto al IVF, que era un acreedor privilegiado, Coepa le ha ofrecido en dos ocasiones por burofax que recepcione el Centro de Oficios, sobre el que tenía una garantía hipotecaria que el juez del concurso ejecutó para saldar la deuda. De momento, las instalaciones siguen cerradas un año después, dado que el banco del Consell espera que sea el Servef quien tome la iniciativa, al ser el organismo que tiene que dotarlo de contenido.
En paralelo, la patronal alicantina ha activado junto a Cepyme la creación de una nueva confederación empresarial, el Consejo Empresarial de la Provincia de Alicante (Cepal), que debe convertirse con el tiempo en la nueva patronal de la provincia, como representante única del empresariado. La idea, en realidad, es que Coepa termine desapareciendo con el tiempo, a medida que sus actuales asociados pasen a serlo de Cepal. Pero la reclamación del Servef podría obligar a bajar la persiana antes de tiempo.
Y con este telón de fondo, la patronal alicantina tiene que lidiar con la amenaza de la nueva patronal autonómica, CEV, que ha comenzado a captar asociados entre las organizaciones sectoriales de la provincia: la hotelera Hosbec, cada vez más autonómica (con una submarca para València), la zapatera Avecal (que funciona al margen de las patronales FICE y CEC), el metal de Fempa (que además ha abandonado Coepa y Cepyme) y la asociación de la Marina Alta Cedma. De momento. Las negociaciones entre Coepa y CEV para alcanzar una fórmula que permita integrar a la patronal alicantina en la nueva autonómica, mientras, siguen estancadas, con la representatividad territorial como punto de fricción. De hecho, Cepal nacerá con ámbito autonómico, para poder disputarle la representatividad a la CEV. Algo que se entiende más como una medida de presión que como una auténtica voluntad de que existan dos patronales autonómicas, algo que no sucede en ninguna otra comunidad.
Y en el plano doméstico, Coepa ha logrado amarrar algunos apoyos importantes de asociaciones y empresas que, incluso asociándose a la CEV, se mantienen leales a la organización provincial. Y ha subido las cuotas con carácter temporal para poder hacer frente a su funcionamiento ordinario y al plan de pagos, sin saber si llegarán los fondos de la Ley de Participación Institucional que ahora el PPCV pone en duda. Pero con todo y con eso, si la AEAT embarga las cuentas de la patronal para garantizar la reclamación del Servef, el Consell habrá enviado a Coepa a liquidación sin recuperar más que unos miles de euros, que es lo que hay en la caja.