CASTELLÓ. La CNMC ha publicado este viernes los borradores de circulares, entre los que se encuentra el de metodología para el cálculo de tasas de retribución financiera de las redes eléctricas y gasistas, una esperada y necesaria circular para adaptar la normativa española que regula este sector. Las dos primeras circulares, de balance y de acceso, dinamizarán la comercialización de gas y su repercusión fomentará un mayor uso de las infraestructuras y una mayor competitividad comercial que redundará en un precio más competitivo para el consumidor industrial. El siguiente paso será publicar la concerniente a la metodología para cálculo de los peajes de regasificación, transporte y distribución, según han informado fuentes de Gasindustrial, la asociación que agrupa a los diferentes sectores vinculados a los grandes consumidores de gas en la industria.
La circular que ha dado curso Competencia actualiza la retribución financiera de redes hacia una rentabilidad razonable, alineándose con las retribuciones y modelos europeos. Los peajes que paga un industrial se destinan a sufragar el coste del sistema gasista y esta actualización hacia una rentabilidad razonable es un paso adicional para recuperar unos peajes armonizados en línea con los europeos, según las mismas fuyentes.
Una de las causas del grave diferencial de costes del gas para la industria española reside en los peajes por el uso de las infraestructuras gasistas y es consecuencia directa del modelo vigente -que data de 2001–, que define la retribución de las compañías que realizan las actividades reguladas y los ingresos que provienen de los consumidores, distando mucho de los modelos de otros países de la Unión Europea en estructura y en precio, lo que repercute directamente en la competitividad de las empresas españolas. La revisión que propone la CNMC es necesaria ya que la retribución actual que se asigna a las actividades reguladas hace que el valor de los peajes por el uso de las infraestructuras sea notablemente superior al existente en los países de nuestro entorno con los que las industrias españolas compiten.
En España, la industria es la base del sistema gasista, supone el 62% del consumo nacional total de gas, con una factura que se eleva cada año hasta los 4.700 millones de euros. Uno de los sectores a los que más afecta es a la fabricación de baldosas cerámicas, que se concentra en un 95 en el clúster castellonense. La competitividad del gas español ha empeorado progresivamente para los consumidores industriales con precios un 20 y un 25% más alto que el de sus competidores europeos. En costes regulados, los peajes están en España un 45% por encima de los de la media europea: los industriales españoles pagan el doble que los franceses, el triple que los británicos y, en algunos casos, hasta seis veces lo que los alemanes.
Los peajes que soporta el industrial español suponen un sangrante diferencial altamente penalizador, que lastra la competitividad e incide directamente en la rentabilidad de sectores como el papelero, siderúrgico, cerámico, cogeneración, químico, vidrio, refino… y otros cuyas actividades productivas son intensivas en gas. Las circulares de la CNMC incidirán en el coste que paga por el gas el consumidor industrial, conformando un nuevo marco regulatorio que normalizarán unos peajes que minan la competitividad de cientos de industrias españolas.
Gasindustrial recuerda que ha promovido la unión de once asociaciones sectoriales seriamente afectadas, que apoyan a la CNMC y reclaman la resolución del problema ahora que se está diseñando el nuevo marco normativo. Con Gasindustrial se han aliado Acogen, industrias cogeneradoras; Anfevi, vidrio; Anffecc, productores españoles de fritas, esmaltes y colores cerámicos, sector concentrado en la provincia de Castellón; Aspapel, fabricantes de pasta, papel y cartón; AOP, operadores de productos petrolíferos; la patronal cerámica Ascer; Consejo Intertextil Español; Confevicex, del vidrio y la cerámica; Feique, químicas; y Unesid, siderurgia. Las asociaciones, según indican las mismas fuentes, trabajarán conjuntamente para colaborar con la CNMC haciendo visible la importancia del coste del gas en la competitividad de sus actividades.
Para estas industrias, el gas es estratégico y llega a suponer el 60% de su coste energético de producción, por lo que determina su competitividad, más al tratarse de sectores fundamentalmente exportadores. Los peajes del gas condicionan su coste final y, siendo un coste estratégico, suponen realmente un freno al desarrollo industrial del país. Esta desventaja competitiva para cientos de industriales españoles es un quebranto real y un freno para la actividad económica del país en su conjunto.