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Obras de la Fundación Azul Marino
CASTELLÓ. Costa Bellver y la Fundación Azul Marino continúan intensificando las obras de lo que será un futuro Centro de Interpretación del Mediterráneo (Cimed), junto a la Vía Verde que une Benicàssim y Oropesa del Mar. El avance de los trabajos, que se ha acelerado en las últimas semanas, ya deja ver el parcelado de los terrenos a escasos metros del mar en la zona de la Renegà, uno de los pocos parajes naturales vírgenes de litoral castellonense.
El proyecto ha suscitado críticas en multitud de organizaciones ecologistas. Un ejemplo de ello es la plataforma Salvem la Renegà, que viene denunciando esta operación urbanística y mostrando su más absoluto rechazo, desde que en la primavera del pasado año pasado comenzaran a aparecer las primeras máquinas excavadoras en una zona que está prácticamente pegada a la playa de la Renegà, considerada Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).
Tal y como indica la impulsora de la plataforma, Rocío Ortega, las obras en estos terrenos tan próximos a la zona LIC "están causando un impacto muy negativo para las especies vegetales y animales que habitan en esta zona". "Pese a que las actuaciones están avaladas por la Conselleria de Medio Ambiente, desde Salvem la Renegà consideramos que no se está actuando bien porque no existe un Plan de Gestión donde se determine qué se puede hacer y qué no en esta zona LIC ni un Informe de Impacto Ambiental que refleje realmente el choque que supone para la naturaleza", defienden.
Sin embargo, el proyecto urbanístico para alzar lo que será un "zoo de tortugas" parece no acabar ahí. La organización ecologista asegura que, detrás de este Cimed, la sociedad que controla el empresario Eugenio Calabuig, pretende alzar un hotel y un parque de viviendas de lujo y que "el Centro de Interpretación Marítimo es solo una tapadera para construir todo lo demás".
Y es que la actuación que denuncian desde la plataforma coincide además con la compra de los terrenos del PAI Pontazgo, que se encuentra justo detrás del Hotel Voramar de Benicàssim, por parte del Grupo Ática y los Calabuig. Una actuación en la que la promotora valenciana y la familia castellonense propietaria de Aguas de Valencia, tienen previsto invertir 20 millones de euros para su urbanización y que agrupa una superficie de unos 240.000 metros cuadrados, donde prevén desarrollar unas 675 viviendas y un hotel.
Tras la concentración la pasada semana frente a las dependencias de Medio Ambiente de la Diputación de Castellón, la organización ecologista ha llevado a cabo nuevas reivindicaciones. Esta vez en la Conselleria de Medio Ambiente en València. Como el contexto de la pandemia hace imposible una concentración masiva, la organización castellonense ha llenado de zapatos las inmediaciones del edificio municipal en señal de protesta y gracias a esto, sus representantes han conseguido reunirse con la secretaria de Medio Ambiente, Paula Tuzón.
Tal y como apunta Salvem la Renegà, el encuentro ha sido "productivo y la representante de Medio Ambiente ha asegurado que se revisará el informe que ellos mismos aprobaron para la construcción del vallado en la zona LIC y que se pondrán las pilas con el Plan de Gestión de este espacio". Además, aseguran que se les ha prometido una cita la próxima semana con la consellera Mireia Mollà y el director territorial de Medio Ambiente para tratar el asunto.
Por su parte, la Secretaria Autonómica de Transición Ecológica, Paula Tuzón, insiste en que "todas las zonas con un determinado carácter de protección está protegidas y amparadas por la normativa ambiental". En este sentido se ha referido a las gestiones de la administración autonómica para arrancar el compromiso de la empresa de no ejecutar proyectos urbanísticos pese al carácter privado del terreno.
Asimismo, Tuzón reitera la necesidad de "frenar la confusión sobre las competencias del proyecto". "Sobre una zona urbana, que queda fuera de zona Lic y de Red Natura 2000 compete únicamente al Ayuntamiento dar la licencia correspondiente", asegura la representante de Conselleria, que se mostró abierta y se comprometió a continuar el encuentro en los próximos días.
Desde la reanudación de los trabajos del Centro de Interpretación en Torre Bellver, Salvem la Renegà no ha parado de alzar la voz para intentar poner freno a estas obras. Así como para conseguir que se actualice el Plan General de Ordenación Urbanística de Oropesa, que data del año 1982 y que se declare la zona de la sierra y el litoral de la Renegà paisaje protegido. Respecto a esto último, la organización ecologista ha lanzado una recogida de firmas a través de la página change.org para sumar apoyos.