CASTELLÓN. "La corrupción impedía que se trabajase. Eran niveles insoportables y afectaba a la ciudadanía". Así de tajante se mostró ayer en Castellón la ministra de Justicia, Dolores Delgado, acerca de la situación que se encontró el Gobierno de Pedro Sánchez cuando en junio accedió a La Moncloa. En el foro de Debate Municipal sobre seguridad que organizó el PSPV-PSOE en la capital de la Plana, que supuso toda una declaración de intenciones y prácticamente el pistoletazo de salida en la carrera electoral, que parece cada vez más próxima a su comienzo, Delgado no escatimó elogios al Partido Popular: "Nos encontramos ministerios paralizados, algunos en descomposición. No se trabajaba".
Esto se debía a que los dirigentes populares, en opinión de la ministra, "estaban muy ocupados por sus bolsillos, por tapar la corrupción". Y llevó incluso a que el PP "tampoco hiciese nada por la Justicia". Algo que ha cambiado, dijo, con el nuevo Gobierno socialista, que en "cinco meses", ha llevado a cabo"más desarrollo" legislativo "que en seis años el PP". Y esto se nota, señaló, en diferentes medidas que atañen a la Justicia. Entre ellas citó el análisis que el Ministerio del Interior está llevando a cabo para "reformar la Ley Mordaza"; o la intención del departamento que lidera de "recuperar la justicia universal, para perseguir desde aquí los delitos de terrorismo islamista".
En lo que atañe a la Comunitat Valenciana esto se plasmará (si finalmente hay Presupuestos Generales del Estado), en "ocho nuevos órganos judiciales" que está previsto crear el próximo año. En este punto Delgado recordó que hacía "ocho años que no se creaban órganos judiciales" en las comarcas valencianas. Además, están ajustando "las ratios" de las necesidades de las comunidades en este sentido, señaló.
Y también se ha dejado ver la labor del nuevo Ejecutivo central, resaltó, en "410 medidas para desarrollar el Pacto de Estado contra la violencia de género", con la formación para jueces, fiscales y funcionarios públicos; la creación del Observatorio de la Mujer "para igualarla en su trabajo"; o las leyes "contra la violencia sexual" y de "protección integral contra la violencia infantil".
Y es que la lucha contra "el terrorismo de género", como lo calificaron la propia ministra, el president de la Generalitat, Ximo Puig, y la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, fue quizás el aspecto en el que más incidieron todos ellos. Delgado quiso recordar que, desde que hay estadísticas, ya han fallecido "972 mujeres, 44 este año. La última se llamaba Ana y tenía dos criaturas". Y es que, dijo "cada muerte la tenemos que llevar dentro".
También el jefe del Consell hizo incidencia en este aspecto al remarcar que la sociedad "habremos fallado cada vez que haya una mujer muerta". Y, para evitarlo, abogó por "cambiar de raíz muchos comportamientos, desde la educación, empezando por los hombres, por nuestra forma de ver la vida". Por su parte, Marco destacó que el cambio es "una cuestión de sensibilidad de la ciudadanía, no de leyes". Así, pidió a los presentes que, "ante cualquier indicio, actuemos de inmediato".
En su intervención, Puig también alertó del auge de los fanatismos, ante los que "no podemos volver a caer". Por eso, pidió "tomar en serio los movimientos xenófobos que intentan arrastrar a Europa" y pidió "responsabilidad" a los "partidos democráticos de derecha", que están "dando cobertura" a las ideas fascistas, que hacen que, quienes las profesan, "se envalentonan y salen a la calle". En este sentido, criticó la "irresponsabilidad" del presidente del PP, Pablo Casado, al afirmar que hay "dos millones de extranjeros en las fronteras" esperando a entrar en España.