Hoy es 14 de octubre
CASTELLÓ. El Comité Econòmic i Social de la Comunitat Valenciana (CESCV) sitúa en el campo y en sector turístico, "que ha sufrido un impacto catastrófico", los principales retos a superar en el territorio autonómico a raíz de la crisis del coronavirus. Así lo ha expresado su presidente, Carlos Luis Alfonso, tras el pleno celebrado en la mañana de este miércoles en la delegación del Consell en Castellón, que ha servido para aprobar su Memoria sobre la Situación Socioeconómica y Laboral de la Comunitat Valenciana en 2019.
En cuanto al campo, se ha visto afectado "por los fenómenos climatológicos" y la incertidumbre derivada de la situación internacional "ha afectado mucho, sobre todo a las empresas exportadoras".
Tras el pleno, el presidente del CESCV ha reiterado además como uno de los principales problemas de la Comunitat la infrafinanciación que padece, que si no se soluciona, ha apuntado "la reactivación costará más". Este es un mantra que este órgano consultivo del Consell viene repitiendo desde hace muchos años, pero que cada ejercicio repite en su memoria al no encontrar solución y que obliga al Gobierno autonómico "a un esfuerzo considerable para mantener servicios públicos de calidad e inversiones".
Otro de los aspectos a mejorar y que en los últimos ejercicios ha ganado peso en la memoria es la despoblación de las zonas rurales, que se ha agravado en las áreas que no tienen actividad industrial. Tal es la relevancia que se le da a este tema que este año se ha presentado un Informe sobre el Medio Rural.
Su coordinadora, Elisa del Río, ha indicado que el CES ha identificado 171 municipios con problemas de despoblación sobre los que se ha analizado las potencialidades de desarrollo. En este sentido, ha señalado que se ha contextualizado el 35% de la superficie, donde reside el 2% de la población. Este problema afecta sobre todo al interior de Castellón, una zona en el interior de la provincia de Valencia al sur y al norte de la N-3 y una isla en medio de las dos autopistas en Alicante.
A pesar de estas lacras, la Comunitat siguió mejorando en 2019, aunque "más lentamente que en años anteriores". En parte gracias a ello la situación del territorio valenciano tras el impacto de la crisis del coronavirus es "mejor que en otras comunidades".
Y ello a pesar de que, en materia laboral, la caída del paro se ha aminorado. Como reconoce la consejera del CES Mila Cano, que ha coordinado el bloque de Mercado de trabajo, relaciones laborales y políticas de empleo, la Comunitat Valenciana es la cuarta de España que más disminuyó su tasa de desempleo, "aunque de una manera más moderada". Cano ha resaltado que el paro afecta a más mujeres que hombres (54,7%); también a los jóvenes, que empeoraron sus cifras en 2019 y, sobre todo, a los parados de larga duración y mayores de 45 años, que representaban más de un 40% del total. "Incidimos en que sigan fomentando las políticas activas de empleo para que sea de calidad, estable y que se disminuya la precariedad en estos colectivos", ha dicho.
En cuanto a relaciones laborales, los salarios aumentaron un 1,69% el año pasado en la Comunitat, cerca del 2%, "que es el criterio recomendado". Para alcanzarlo, el CES ha pedido impulsar la negociación de convenios sectoriales en lugar de los de empresa, mayoritarios.
En materia social, el coordinador del bloque, Pascual Romero, ha subrayado que la Comunitat Valenciana va mejorando su cohesión, aunque "lenta". Así, casi todas las brechas sociales han mejorado: en educación hay menos abandono escolar y, en materia de sanidad, "ha habido un esfuerzo presupuestario con respecto a 2018 y han mejorado muchos indicadores, como las listas de espera, y ha aumentado el gasto farmacéutico en Atención Primaria", según el coordinador del bloque de Sociedad de la memoria, Pascual Romero. En materia de género, la brecha sigue existiendo de "una manera muy evidente en materia de empleo".