Recinto de IFA / Rafa Molina Cada vez queda menos para que la ansiada urbanización de la Institución Ferial Alicantina (IFA) pueda ser un hecho, o al menos que se empiece a trabajar en ella de forma real. Para poder empezar el proceso, antes el área de Patrimonio, dependiente de la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico, tiene que asumir el patrimonio inmobiliario y los terrenos de la institución, que es la última parte que queda para poder culminar el rescate. Y el informe de valoración que lo hará posible está previsto que esté listo el próximo mes de enero.
A este respecto, en Patrimonio están ultimando el informe de la valoración, que está prácticamente finalizado. Solo queda identificar las deudas y condiciones urbanísticas de cada una de las parcelas —valoradas en 13 millones de euros—, para decidir el destino una vez se incorporen a Patrimonio. También está pendiente el certificado de la deuda de IFA con el Consistorio ilicitano y el certificado de las mencionadas condiciones urbanísticas, que son ya los últimos pasos. Por eso desde la Conselleria se ve más realista que pueda culminar el proceso el próximo mes de enero, aunque tampoco se descarta del todo que el informe listo antes de final de año, pero se antoja difícil.
En retrospectiva, el pasado mes de abril, el patronato de IFA aprobó entregar sus inmuebles a la Generalitat para pagar la deuda, era un paso más en el proceso de reestructuración de la feria: subrogar la deuda para que la Generalitat pueda utilizar sus inmuebles como medio de pago de las deudas que mantiene con la administración autonómica. Paso obligatorio por tanto para poder desbloquear la urbanización de los terrenos que llevan años esperando a ser puestos en valor. En ese sentido, el decreto firmado por la Generalitat constaba de dos partes, además de la asunción propiamente de la deuda, también del patrimonio de la institución, es decir, el recinto, los pabellones y los terrenos, que se los quedaría a modo de dación en pago a cambio de liberar de la carga de los 70 millones de euros a la institución.
Sin embargo, en lo referente a estas parcelas, estaban como aval para el plan de pagos aprobado con SUMA tras el embargo del organismo tributario. Por eso el Sepes —entonces dirigido por el socialista Alejandro Soler—, que se ofreció a urbanizar los terrenos por unos 7-8 millones de euros, no pudo actuar. Una vez adquirido por la Generalitat y liberado ese aval, a priori ya habría vía libres para la Entidad Pública Empresarial de Suelo. Eso sí, en su caso, tendrá que haber antes un Gobierno y un nuevo director al cargo de la entidad.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que la tasación de las parcelas de IFA es de 13 millones sin urbanizar, en cuanto lo estén, su valor será mayor. Cuando se haga efectivo este traspaso a Patrimonio, el Sepes podrá actuar —si sigue habiendo la misma voluntad—, que además como contraprestación a las obras de urbanización ofrecidas, necesita quedarse con otros terrenos de valor similar a la inversión hecha, ya que necesita tener retorno. En este caso, terrenos libres del mencionado embargo.
