CASTELLÓ. El Gobierno vuelve a disparar el coste para implantar el ancho internacional ferroviario entre Castelló y Tarragona. El Consejo de Ministros aprobó en su reunión de este martes la autorización a Adif para licitar las obras entre Castelló y Vandellós, que saldrán a concurso por 121 millones de euros. Este montante es superior en un 50% al previsto hace solo dos años, cuando el propio Adif estableció en 82 millones de euros el cambio del ancho ibérico al europeo entre ambas ciudades.
Y el caso es que el proyecto en que se basa el concurso es el mismo: el cambio de ancho ibérico a internacional de las dos vías entre Castelló y Vandellós. Entre una licitación y otra tan solo se ha dado un paso: la elaboración del estudio informativo, cuando ya se habían redactado los proyectos constructivos, para recoger las inquietudes de las empresas que utilizan la vía férrea, señala el comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Boira.
Así, el incremento de costes respecto de la primera licitación de las obras, allá por 2014, cuando también se preveía cambiar al ancho internacional las dos vías (después el proyecto mutó y volvió de nuevo al punto inicial) es de más de 100 millones de euros.
La licitación que debe llevar a cabo Adif estará dividida en dos lotes. El primero abarca el tramo Castelló-Vinaròs y saldrá a concurso por 76,8 millones de euros. El segundo, entre la capital del Baix Maestrat y la localidad tarraconense de Vandellós, tiene un valor estimado de 45 millones de euros y también comprende el ramal entre Amposta y Tortosa. En ambos los importes no incluyen el IVA.
Las obras se dividirán asimismo en dos fases, tal y como detalló Moncloa en su comunicado. La primera fase corresponde, básicamente, a las obras de superestructura y adecuación de plataforma y electrificación; mientras en la segunda se materializará el cambio de ancho en las vías, los apartaderos de 750 metros (habrá siete) y los aparatos de vía.
El Gobierno no ha concretado cuánto durará cada fase de los trabajos, y simplemente se ha limitado a señalar que prevé un año y medio para la ejecución de todos los trabajos.
Con ello, y dado que todavía falta un tiempo para la licitación de las obras y el plazo de adjudicación en estos proyectos suele ser elevado, el horizonte con el que trabaja el Gobierno es que "en 2023 o 2024 el ancho internacional esté instalado" desde la frontera francesa y "al menos hasta Almussafes", señala Boira.
Para ello también se debe licitar el cambio de ancho en el tramo anexo al norte, hasta el cambiador de La Boella. En este sentido, el comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo concreta que, dado que en ella ya se realizaron las obras de superestructura (cuando se trabajó en la reciente variante de Vandellós), tan solo será necesario licitar el cambio de ancho en estos kilómetros.
Así las cosas, aunque la implantación del ancho internacional en el tramo Castelló-Vandellós tiene como objetivo principal permitir la circulación de mercancías hacia Europa, la adecuación de la catenaria a 25 kilovoltios permitirá en un futuro -y con alguna pequeña obra- la circulación de trenes AVE en el Corredor Mediterráneo. Eso sí, desde València y hasta Vandellós no podrá superar los 250 kilómetros por hora.
De todas formas, Boira señala que los avances tecnológicos en las locomotoras, "de las que ya se fabrican bitensión e incluso tritensión, para ajustarse a la tensión francesa", aporta tranquilidad en estas cuestiones técnicas. En suma, buenas noticias para el comisionado del Corredor, que considera la aprobación de las obras "una noticia que cambia la estrategia de la red ferroviaria española" y su transición hacia el modelo radial.
