ELCHE. El Parque Empresarial ha vuelto a ser noticia, aunque esta vez de forma más tangencial y alejada de los motivos por los que suele estar en los titulares. El Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), ha denegado una ayuda de 50.000 euros a la infraestructura ubicada en Torrellano que se iba a destinar a la mejora de la señalización vertical y al incremento de plazas de parking. Una denegación que ha generado reacciones de todo tipo, no sólo entre los partidos del Ayuntamiento, también en la propia Conselleria de Economia Sostenible, de la que depende el instituto.
Mientras que el Polígono de Carrús ha recibido el 93% de las ayudas solicitadas, lo que se traduce en 235.500 euros, para actuaciones necesarias como reforzar el asfaltado de los principales viales, ampliación de zonas de aparcamiento y mejora de la señalización informativa vertical y horizontal, el Parque Empresarial ha quedado fuera de las mismas. Una resolución por la cual el edil de Promoción Económica, Héctor Díez, explica que los técnicos municipales estudiarán si se pueden presentar alegaciones a la misma. No obstante, en el caso de que no se consiguiese la subvención, como ha pasado finalmente, esos 50.000 euros se destinarán desde el presupuesto municipal para señalización vertical y ampliación de aparcamiento.
Sin embargo, resulta chocante que el vivero de empresas se haya quedado fuera de esta línea de ayudas. Al parecer, y según ha podido saber Alicante Plaza, desde Conselleria indican que el error viene de la propia concejalía a la hora de solicitar esta subvención. De hecho, a todos los ayuntamientos que han solicitado la ayuda les ha sido concedida en al menos un 70%. Desde la administración señalan que la solicitud presentada incumple con los requisitos de convocatoria de las ayudas: el parque ha obtenido una puntuación de 28 puntos, cuando el mínimo fijado para optar a las mismas es de 30. En ese sentido, el propio miércoles el titular de la cartera, Rafael Climent, aseveraba: “que el propio Ayuntamiento se autobareme por debajo del mínimo establecido demuestra la falta de ganas de trabajar por su municipio”.
A ese respecto, el conseller apuntó que el no llegar a la puntuación mínima exigida “es el exclusivo motivo por el que ha sido denegada la subvención”, en defensa sobre la posibilidad de que hubiera sido el Consell o una ‘mano negra’ —como dejaba caer una noticia sin firmar en una web— quien ha decidido dejar fuera del programa al Parque Empresarial. A esto, Climent añadió que “más bien ha sido la gestión del propio Ayuntamiento quien ha propiciado esta situación ya que ellos mismos podían autobaremar la puntuación de su proyecto antes de presentar la solicitud”. Criticó duramente la gestión municipal, señalando que “más que mano negra estaríamos hablando de mano ineficiente y poco espabiliada” y sentenció que no es momento de electoralismo.
Asimismo, por el desarrollo de los acontecimientos, el mismo miércoles, aunque el alcalde Carlos González se veía obligado a emitir un escueto comunicado, exigiendo a Climent que retirase sus palabras, “innecesarias e injustificadas, además de impropias de un clima de colaboración y cooperación entre dos administraciones”, lo cierto es que el primer edil confesaba no tener información acerca de por qué se había denegado la ayuda. “Hemos recibido 10 millones de euros de la Conselleria”, indicaba para quitar hierro al asunto, y apostillaba que la relación con la misma es “fluida y fructífera”. En el comunicado expresaba también incomodidad con la situación, que parece ciertamente sobrevenida.
Por otra parte, desde una parte del Partido Popular, mostrando la bicefalia, existente, la portavoz del grupo municipal, Mercedes Alonso critica la denegación de la subvención por parte del Consell. La tilda de “agravio comparativo cuando estamos hablando de unas de las zonas industriales de referencia” y aprovecha para solidarizarse con los empresarios, a quienes “el Consell no tiene en cuenta”, señala. Asimismo, desde la dirección del partido, el secretario general, José Navarro, incide también en la “desidia” de la Generalitat con respecto a Elche, aunque apunta más directamente a la gestión municipal. Denuncia que al Ayuntamiento le falta autoridad porque “no se atreve a levantar la voz”, y habla de “descoordinación entre el consistorio y el gobierno autonómico, y las guerras absurdas entre el PSOE y Compromís que tiene paralizadas las políticas industriales en la Generalitat y que ya supusieron la dimisión de Diego Macià como Director General de Industria hace menos de un año”.