El azulejo italiano logra salvar los muebles en el año de la covid y cae apenas un 4%
El azulejo italiano logra salvar los muebles en el año de la covid y cae apenas un 4%
CASTELLÓ. El azulejo cerró en diciembre un año totalmente atípico debido a la incidencia de la pandemia de coronavirus. Como no podía ser de otra manera, esto se vio reflejado en la actividad fabril, que finalmente cayó un 4,5%, tal y como recogen las cuentas del Portal Estadístic de la Generalitat Valenciana.
Tras la debacle de abril, con la parada obligatoria de las fábricas que desplomó la producción un 57%, la principal industria castellonense ha ido recuperando el ritmo en los meses posteriores, con algunos altibajos eso sí. A pesar de ello, en la recta final del año las buenas cifras de octubre y sobre todo de noviembre (con un alza del 13,6%) mantenían la esperanza de un cierre algo mejor al definitivo.
Pero la caída de diciembre, del 4,7% respecto al mismo mes del año anterior, han dejado finalmente el índice de producción industrial de 2020 un 4,5% por debajo del ejercicio precedente. Con ello, las plantas azulejeras castellonenses fabricaron "aproximadamente 487 millones de metros cuadrados" de azulejos y baldosas, señalan desde la patronal Ascer.
La cifra queda "dentro de la horquilla" que la patronal cerámica manejaba en sus previsiones, "en las que se barajaba una caída de entre el 7 y el 3%", señalan fuentes de la misma. Pero esto no evita que sea el segundo año consecutivo en que cae la producción azulejera (el año pasado fue un 3,8%), con lo que ha vuelto a quedar así por debajo de los 500 millones de metros cuadrados después de tres ejercicios consecutivos superando este guarismo.
El azulejo italiano logra salvar los muebles en el año de la covid y cae apenas un 4%
Asimismo, aunque las factorías castellonenses habían registrado una recuperación más rápida del golpe de la pasada primavera, finalmente la industria italiana cerró 2020 ligeramente mejor. Y ello a pesar de que los fabricantes transalpinos tuvieron que cesar su actividad durante seis semanas en lo más duro de la primera ola.
Ahora, a falta de las cifras definitivas de facturación, el sector estima que esta caerá menos que la producción debido a la salida de existencias que materializó a lo largo del año pasado.