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la pandemia puede con la moda 'made in alicante'

El coronavirus se lleva por delante dos temporadas del calzado y llena de dudas al textil

31/03/2020 - 

ALICANTE. El confinamiento reforzado aprobado por el Gobierno el fin de semana obligará al cierre total de dos sectores manufactureros tradicionales de la provincia que ya funcionaban a medio gas: el calzado y el textil. Con el cierre del comercio minorista desde mediados de marzo y las medidas de prevención aplicadas, las fábricas y la logística de estos sectores funcionaban ya al 50%, pero ahora se abocan al cierre total, al quedar fuera de las exenciones esenciales.

En el caso del calzado, apenas hay algunas excepciones que se cuentan con los dedos de la mano, como Panther, que sigue produciendo su calzado de seguridad para los efectivos de las fuerzas de seguridad, ejército y servicios de emergencia. También alguna fábrica que, como ForShoes, ha reorientado parte de su actividad a la confección de mascarillas, pero en general lo están haciendo de forma altruista, según la asociación Avecal.

La presidenta de la sectorial zapatera, Marian Cano, admite que hay una profunda preocupación en el sector por el impacto de la crisis sanitaria, y que será fundamental, cuando finalice el confinamiento, "inyectar liquidez no solo en los fabricantes, sino en el comercio minorista" al que le venden, para remontar la situación. De hecho, el coronavirus se ha llevado por delante el final de la temporada de primavera/verano, que se estaba sirviendo ahora, y el inicio de la otoño/invierno, que se empezaba a presentar (en ferias como la de Milán, precisamente).

ForShoes ha reorientado su actividad a la confección de mascarillas. Foto: EFE

Las ventas han caído un 70% al pararse las exportaciones, y en el mercado nacional se acumulan las devoluciones. "Muchos transportistas llegaron a repartir y se encontraron ya con el minorista cerrado, así que de vuelta al almacén". La capacidad logística de los fabricantes ilicitanos, de hecho, está tensionada al límite con el stock que no ha salido en marzo. "Tenemos que gestionar un montón de devoluciones, de solicitudes de aplazamiento de pago...", explica Cano. Justo en lo que estaban volcadas las empresas cuando el Gobierno decretó el cierre total.

En cuanto a la próxima temporada, que se estaba empezando a fabricar ahora, los departamentos comerciales de las zapateras ilicitanas también han suspendido su actividad, y se estima que la próxima feria internacional del sector no podrá celebrarse hasta junio, lo que retrasa dos meses el inicio de la temporada de otoño/invierno. Un factor que añade un componente de incertidumbre extra.

Ateval: "No sabemos si podemos abrir nosotros"

Si bien es cierto que, desde que comenzó la cuarentena, las llamadas de los diferentes empresarios del textil a la sede de Ateval, en Ontinyent, han sido continuadas, este lunes se podría decir que se ha alcanzado el pico. "Estamos atendiendo e informando a nuestros asociados; ni siquiera sabemos si mañana podremos venir a trabajar nosotros", nos explican al descolgar el teléfono desde la patronal textil valenciana. Como ha ocurrido de forma generalizada en el sector industrial, durante las próximas dos semanas solamente está justificado que abran las fábricas que estén realizando actividades y servicios considerados 'esenciales'. 

Dos operarias en una fábrica de hilo en Banyeres de Mariola. Foto: AP

"Este lunes ha sido un día de tránsito, pero se puede decir que hay más empresas paradas ahora mismo que en funcionamiento, iremos viendo", explica Laura Santos, técnica de Competitividad de Ateval, y que podrá concretarse a lo largo de este martes. "Las que están abiertas tienen que estar fabricando productos sanitarios, para hospital, o para estos canales, además de contar con la certificación de sus productos, claro, y tener pedidos, no vale cualquier cosa", insiste. Recuerda que "no solo hablamos de mascarillas, sino también de toallas y sábanas de uso sanitario y hospitalario". Una de sus asociadas, por ejemplo, levantó el ERTE la semana pasada al encontrarse a pleno rendimiento por los pedidos para camas en los hospitales.

No obstante, se trata de un caso aislado, de momento. "Como mínimo, este lunes podemos calcular que la mitad de las empresas textiles que han estado en marcha durante la cuarentena ya no lo están", valora Santos, aunque asegura que es una subjetiva que podría verse modificada por los acontecimientos y todas las dudas que están surgiendo al respecto por parte de los empresarios. Algunos han visto una alternativa. "Si fabricaban, de los tres productos, uno esencial, pueden seguir abiertos, pero dedicándose exclusivamente a este", explica la representante de la patronal. 

"Por eso muchas empresas del textil valenciano lo que han hecho ha sido ajustar su producción; algunas están trabajando al 30% de su capacidad", reconoce. Sin olvidar a aquellas que ya estaban inmersas en un ERTE. "A los paros parciales se están añadiendo más paros parciales, y así sucesivamente", lamenta la técnica de Ateval. No obstante, la comprensión se respira desde la patronal. "Ahora el textil debe saber que es un sector secundario", sentencia. "Una empresa que fabrique calcetines, lógicamente, tendrá que parar; nosotros estamos aquí para informar a todos nuestros asociados", recuerda la patronal.

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