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El diseño también reivindica la (necesaria) perspectiva de género

7/05/2021 - 

CASTELLÓ. "Un reconocimiento a una mujer es un reconocimiento para todas las que trabajamos por cambiar el imaginario colectivo. Las mujeres necesitamos referentes". De esta forma celebraba la diseñadora Marisa Gallén el Premio Nacional del Diseño que recibió en 2019. La valenciana se había convertido en ese preciso momento en la segunda mujer de la historia en llevarse el galardón. Una cifra para nada ilusionante que dejaba ver cómo la visibilidad de la mujer estaba y aún está por trabajarse. 

Así lo expusieron también en el encuentro online que organizó este jueves La Plantilla, la Asociación de Diseño Industrial de la UJI. Una mesa redonda en la que participaron Lucía Chover, directora de Diseño y Comunicación del estudio Vitale; Cris Cavaller, fundadora y directora creativa en TheLab; Àngela Montagud, co-fundadora y directora en Clap Studio; y Begoña Lorente, joven diseñadora, estudiante y delegada general de comunicación en la Universidad Miguel Hernández. Todas mostraron sus impresiones sobre una profesión, que al fin y al cabo, es joven para ellas. Cómo no iba a necesitar el sector un vuelco si, como señalaron, las mujeres ni siquiera podían formarse en diseño a principios del siglo XX. 

Por eso, ahora que el mundo parece cambiar y tener sitio para ellas, están preparadas para, poco a poco y cada una desde su ámbito, ir rompiendo con vicios anticuados e ir introduciendo cambios. "Debemos ser valientes, porque los hombres han sido más valientes que nosotras para crear su propia marca. Nos tenemos que atrever casi con los ojos cerrados, porque cuando lo interioricemos de verdad vamos a dar muchos pasos que hasta ahora no estamos dando, sobre todo en el campo de la visibilidad", manifestó durante su intervención la también presidenta de La Exprimidora, Cris Cavaller. 

El camino para lograrlo es todavía largo, pero el 'primer' paso ya está dado. Aquí algunos de los malos hábitos y soluciones que las diseñadoras plantearon. 

I. Qué se hace mal (también) en el diseño

-Begoña Lorente: No hay casi grandes estudios de diseño que cuenten con mujeres. El otro día miraba agencias importantes y no encontraba. A no ser que tengas tu propio estudio, es difícil ser directora. 

-Lucía Chover: Cuando empecé a trabajar en diseño, lo hice por cuenta propia y pese a que llevaba la parte técnica, el diseño y la comunicación de la empresa, cobraba menos que mis compañeros. La brecha sigue existiendo. Hasta que no me puse a trabajar por mi cuenta con mis compañeros no normalicé mi papel como mujer.

Lucía Chover, de estudio Vitale

-Cris Cavaller: En mi caso como he trabajado casi siempre sola, no me he topado con un problema salarial, sino de responsabilidad. Inconscientemente cuando vamos a una reunión en la que somos la única mujer, nos sentimos 'fuera'.

-Àngela Montagud: A la hora de trabajar con algún cliente he notado como alguno de ellos hablaban más a mi compañero Jordi como si él fuera la mente pensante del proyecto. 

-Begoña Lorente: Me han estafado mucho. He sentido que se reían de mi. He tenido jefes que se creían que por ser hombres tenían potestad para decirme cómo tenía que hacer mi trabajo pese a que ellos no tenían estudios de diseño. Solo tenían el recurso económico para crear la empresa, pero no sabían cómo llevarla

-Lucía Chover: Una vez me preguntaron si tenía cargas. Si tenía hijos o si los iba a tener pronto. La realidad es que es difícil encontrar un trabajo por cuenta ajena en el que se te respete.

-Begoña Lorente: A mi también me lo preguntaron, incluso si tenía novio. Algo que no entiendo porque puedes ser creativa estando embarazada... Por eso, si a los diseñadores les cuesta de por sí encontrar trabajo si le añades premisa de ser mujer, es más difícil por todo lo que se nos predispone. Da igual el área. Hay "condicionantes" como tener la regla, que para ellos son ponerse enferma cada mes y por eso les cuesta más contratarte.

II. No 'existen' referentes

-Àngela Montagud: Nunca me he fijado en el género a la hora de tener referencias, han sido siempre de la cultura japonesa, pero es cierto que muy pocas son mujeres. Esto es fruto de la educación que hemos recibido. Muchas de las veces en la que la mujer ha estado dentro de un equipo de diseño, si en este había también un hombre terminaba resonando más su nombre. Por eso deberíamos hacer todas un ejercicio de auto obligarnos a buscar mujeres referentes. Es una labor nuestra leer e investigar, porque toca hacerlo, hay que investigar para encontrar mujeres, es necesario. 

-Cris Cavaller: La famosa silla de Mies Van Der Rohe, no solo fue un diseño suyo. También era de su compañera Lilly Reich. Hay mujeres que han hecho cosas espectaculares y no se las ve. Para mi un gran referente es Marisa Gallén o Inma Bermúdez, que además es mamá. Luchar por tu objetivo con el esfuerzo extra de tener hijos es complicado. 

-Begoña Lorente: Es injusto pero casi todos los referentes que nos enseñan cuando estudiamos son hombres. También me gustaría sentirme representada. Aun así, en mi caso, me centro en mi entorno. Mi hermana pequeña, con la que estudio Bellas Artes, es mi gran referente. Es la que me impulsa a salir de mi zona de confort. También mis profesoras lo son.

Begoña Lorente durante la mesa redonda

III. Dejar paso al cambio

-Lucía Chover: No he aprendido nada de cómo acabar con estos dogmas, no se si se puede acabar con ellos, pero una misma ha de empoderarse. Debemos dejar atrás todas estas cosas, porque realmente podemos hacer lo que nos dé la gana. Debemos hacer camino y cada una ha de tener un objetivo para conseguirlo. 

-Cris Cavaller: En los colegios ya hay más chicas que chicos que estudian diseño, pero la mayoría de profesores siguen siendo hombres porque la trayectoria del diseño ha sido así. Además de pelear currando, desde dentro debemos darnos visibilidad. Y también el propio diseño tiene mucha responsabilidad en el cambio. El diseño está para mejorar la sociedad y hay que hacerlo con equipos formados por mujeres para así aportar una visión de nuestro lado. Todo será más rico si estamos porque somos las que queremos cambiar el mensaje. 

Ya lo comentaron el otro día en la inauguración del nuevo espacio de Clap para València Capital Mundial del Diseño, algo como las mascarillas se ha diseñado siguiendo los estándares masculinos. A la mayoría nos vienen grandes, yo me tengo que hacer un nudo. Es un detalle tonto, pero si desde dentro se pensara no se haría así. 

-Àngela Montagud: El tiempo te pone en tu lugar, no porque a ti te haga falta, sino porque a esa persona que te ha infravalorado le hace falta verte donde estas. Igualmente, obviar todas estas cosas también es una manera de luchar. Lo obviamos para no entrar en conflicto, aunque cuando entres a trabajar en un algún estudio hay que tratar de formarlo. Todo el equipo tiene la labor de no caer en prejuicios inculcados. En nuestro estudio siempre nos repartimos las tareas según lo que se nos da mejor a cada uno. Jordi se dedica al diseño, porque es creatividad, y yo como soy más metódica me encargo de la fase en la que se trabaja sobre planos. Esto nos ayuda a corregir vicios.

Cris Cavaller, presidenta en La Exprimidora. Foto: CARLOS PASCUAL

-Cris Cavaller: Para solucionar los problemas en igualdad hace falta corresponsabilidad. Si estuviera normalizado que los padres también tienen responsabilidad sobre los hijos, todo estaría en equilibrio y las preguntas que se le haría a las mujeres no estarían enfocadas en este tema.

También hace falta trabajar la paridad. Desde el Besing Fest nos esforzamos en traer a mujeres, porque sino estamos muy metidos en los referentes masculinos. Además, no por hacerlo pierdes en calidad. 

-Àngela Montagud: La discriminación positiva es necesaria para alcanzar la paridad. Hace falta para la transición. 

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