CASTELLÓ. En realidad el nuevo FIB comenzó a andar el 29 de julio, es decir, una semana después de finalizar su 25 edición. Sin embargo, su nueva denominación social acaba de ser publicada por el Boletín Oficial del Registro Mercantil. En ella se especifica que, tal y como se anunció a finales de julio, los hermanos Sánchez quedan al mando del festival de Benicàssim. Una marca que se suma así al Arenal Sound, el Vinya Rock, el Festival de les Arts de València, el Granada Sound, el Interestelar Sevilla y el Madrid Salvaje; todas ellas macro citas musicales.
Pero esta no es la primera vez que el FIB cambia de manos. De hecho, desde que lo fundaron los también hermanos Morán allá por 1995, junto a la empresa organizadora Maraworld, la cita benicense ha pasado por múltiples empresarios que han adquirido en diferentes ocasiones gran parte de sus acciones. Vince Power se hizo con los derechos de la marca en 2009; Melvin Been se hacía cargo de la titularidad de la cita en 2013 después de que se acumulara una deuda de cuatro millones de euros y de que el festival, como consecuencia, entrase en un concurso de acreedores. Igualmente el irlandés Denis Desmond y Simon Moran, propietario de la compañía SJM Concerts, se hicieron con parte de las acciones para salvar in extremis la celebración de su 19 edición.
En esta ocasión, las cuentas del evento están totalmente saneadas, aunque según reconoció el hasta la fecha propietario del FIB, Melvin Benn, todavía hace falta margen para que su celebración vuelva a ser "rentable". Para ello, sus nuevos dueños han arrancado la nueva 'era' con un millón de euros de capital y se ha trasladado su sede hasta València para funcionar a través de la sociedad FIB Festival Music SL.
Por otro lado, su actividad quedará regida por diferentes administradoras que poseen Antonio y David Sánchez. El primero de los hermanos es representante de la entidad ASS Administraciones Responsables SL, poseedora de la mitad de la participación del Instelestelar Sevilla y parte representativa del Vinya Rock; mientras que David Sánchez cuenta con Gestión y Administraciones de Eventos Culturales SL, que también ampara las mismas copropiedades musicales.
Así mismo, el nuevo FIB contará con otros dos propietarios: Juan Carlos Gutierrez Barrero, representante de la entidad Orange Music SL que, en su caso, maneja un 40% de participación en el Vinya Rock; y Antonio Romero Gómez, portavoz de la empresa Global Music 360 SL y otras entidades externas al sector.
Con todo ello, el rumbo del FIB se mide a cuentagotas. Si bien sus responsables han asegurado que su intención no es otra que "mantener la esencia" de una de los festivales más reconocidos de la provincia y "posicionarlo de nuevo en lo más alto del panorama internacional", todavía se desconoce la fecha exacta de su celebración, ubicada anteriormente en el penúltimo fin de semana de julio. Ni cuál será el precio de su entrada, si se seguirán los mismos estándares organizativos o si la noche del jueves se volverá a festejar con todos sus escenarios activos.