CASTELLÓ. La división cerámica de Ferro, radicada en Almassora, redujo su cifra de negocio y sus beneficios en su último ejercicio antes de ser absorbida por Esmalglass-Itaca. Según recogen las cuentas individuales de Ferro Spain, la facturación de la compañía cayó en 2019 un 4,2% hasta los 262 millones de euros.
Bastante más grande fue la caída de los beneficios, del 41,5%, hasta situarse en 13 millones de euros, más de 9 por debajo del ejercicio anterior. Esto se debió, según recoge el informe de gestión que acompaña a las cuentas, al "empeoramiento de la coyuntura económica, principalmente en el mercado nacional y al impacto de la cifra de dividendos obtenidos de empresas del grupo durante el ejercicio anterior". Es decir, las empresas participadas por Ferro Spain (Quimicer, Gardenia Química, Pinturas Benicarló, Endeka Ceramics, Zircosil Holding, Zircosil Spain y Endeka HoldcoSpain) redujeron sus aportaciones a su matriz.
De estas entran en la compra por parte de Esmalglass-Itaca las dedicadas al negocio cerámico, mientras que el resto, junto a Ferro Luxemburgo Holding, dedicado a la prestación de financiación a las compañías del grupo, queda fuera del proceso, como recoge la operación de escisión realizada por Ferro Spain justo antes del verano.
El propio informe de gestión recoge la previsión de instrumentar esta escisión, a la que, "en el segundo semestre", debe suceder la formalización de la compraventa, una vez obtenida "la aprobación de los organismos reguladores de la competencia en Europa" a una operación acordada el 15 de diciembre de 2019 y que se dio a conocer un día después.
Así las cosas, en los próximos meses se debería materializar la transacción, en la que Esmalglass-Itaca se hace con una compañía sin apenas deuda, después de que Ferro Spain amortizase a finales de 2019 los 70 millones de euros en préstamos concedidos por empresas del grupo a largo plazo. Por el contrario, con la operación, cifrada en 413 millones de euros, el grupo vila-realense incorpora una sociedad con un patrimonio neto de 203 millones de euros y con 651 empleados al cierre del año.
En cuanto a su negocio, la mayor parte está destinado al continente europeo. Este es el nicho que más descendió el año pasado, en gran parte debido a la caída del mercado nacional; mientras el resto de áreas o bien mantuvieron prácticamente sus cifras (caso de África) o directamente las incrementaron, como en Asia y América, y especialmente en esta última.
