Fuencisla Clemares durante su intervención. Foto: MARCIAL GUILLÉN.MURCIA. El futuro ha llegado. Y estamos en la era de la Inteligencia Artificial (IA). Así lo señaló Fuencisla Clemares, directora general de Google para España y Portugal, en la conferencia "Cultura Digital" de la primera jornada del XXII Congreso Nacional de la Empresa Familiar que se celebra en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia hasta mañana.
"La Inteligencia Artificial es el gran desafío tecnológico del futuro. Va a ser comparable al descubrimiento del fuego", aseguró. "El impacto que ha traído la tecnología a nuestra sociedad ha sido enorme en los últimos 20 años y va a ser mucho más en el futuro. Nuestro objetivo es saber cómo va impactar en nuestros negocios". La directora general de Google apuntó que "hoy es el 21 aniversario de la compañía Google. Cuando nacimos nuestro objetivo era organizar la información y hacerla más accesible a todo el mundo. Ese objetivo sigue vigente hoy".
En ese sentido recordó que “el primer smartphone se lanzó en 2006 y en solo 12 años ha supuesto un cambio radical en nuestras vidas”. Sin embargo, auguró que el impacto de la tecnología en los próximos 10 años va a ser aún mayor. "Gracias al desarrollo de la IA, la innovación va a un ritmo que nunca antes había existido. Los asistentes virtuales van a ser el principal objeto de cambio. Vamos a pasar a interactuar con la tecnología de una forma cotidiana".
Así, Clemares puso el ejemplo de la utilidad del asistente de Google en varios ámbitos, desde el ocio a la experiencia del hogar. Los asistentes ayudarán a realizar todo tipo de actividades desde poner música, saber si un vuelo va con retraso, cambiar una reserva, enviar mensajes de texto a los contactos, ayudar a hacer los deberes a los niños, etc. “Esto no es el futuro, es ya el presente”, recalcó. “Estamos en la era de la asistencia. Y no solo lo estamos haciendo nosotros. También lo está haciendo Amazon con Alexa”.
En Estados Unidos, la IA ha llegado al punto de que los asistentes son capaces de llamar por teléfono y gestionar cualquier servicio. Como prueba, Clemares facilitó una conversación real del asistente de Google en la que gestiona una cita en una peluquería sin que pueda distinguirse que es una máquina la que habla. “Está funcionando en 44 estados de EEUU. La voz no se diferencia de la humana en prácticamente nada porque está entrenada”. Aunque en español aún no está disponible, sí vaticinó que en tres años podrá llegar a ese nivel de calidad.
Uno de los factores que están permitiendo llegar a este nivel de desarrollo tecnológico es el Big Data & Machine learning. “Hay un cambio de paradigma en el proceso de programación en las máquinas. La máquina va aprendiendo a través de unos algoritmos y lo hace sola. El impacto en las decisiones y en el producto es brutal. El proceso de aprendizaje es muchísimo más rápido”.
Esta forma de evolución del aprendizaje de las máquinas se puede aplicar a cualquier ámbito y sector. En Google, aplicando este proceso, fueron capaces de reducir un 40 por ciento el gasto energético en uno de sus centros de datos, “y eso que pensábamos que estaba optimizado”.
La personalización a escala será otro de los avances. Si ahora las home de las páginas webs son idénticas para todos, en el futuro cada usuario encontrará una home personalizada a su perfil.
“Hay empresas que son capaces de sacar a esta tecnología un 10 por ciento con potencial y otras el 90 por ciento. Ahí es donde está la ventaja competitiva. Esto se puede aplicar a todo. Empiezas y no paras”.
En Google, señaló, “nos ha obligado a formar a todos los ingenieros que tenemos con programas específicos y tenemos más de 60.000 ingenieros. Este proceso de transformación lo vais a tener que hacer en vuestras empresas”.
Impresoras 3D, coches autónomos, robots, serán cotidianos en nuestro día a día. “Hay que poner al usuario en el centro de la experiencia y usar la tecnología para diferenciarse innovar y crecer como empresa”.
Y todo esto, tal como subrayó Clemares, sin perder de vista otro de los factores más importantes en el futuro: la privacidad del usuario. “Tenemos que ser más útiles para el usuario con menos datos”, concluyó.
