Hoy es 11 de octubre
CASTELLÓ. Cuántas veces se le ha dicho a una mujer que no puede. No puedes vestir con falda. No puedes quedarte sola. No puedes estudiar. No puedes ser artista. Hace cuatro años, un estudio evidenciaba que solo había un 5,19% de piezas firmadas por mujeres en los principales museos de la Comunitat Valenciana. Un porcentaje que demostraba que poco -o nada- se había tenido en cuenta a la mujer como creadora. Entonces, la única pieza que habitaba en el Museu de Belles Arts de Castelló era Columna Salomónica (2005) de Beatriz Guttmann, una pintura que además fue donada por la misma autora en 2009. Hoy, la cifra poco cambia. Solo hay dos obras en toda la colección realizadas por mujeres. La segunda, y primera adquisición, llegó en 2017 con Incís...II-IV (2010-2013) de la artista Mara Arza. Unos fondos artísticos que albergan dos mil piezas aproximadamente, entre cerámica, escultura, pintura, dibujo y otras expresiones.
"¿Acaso no existieron?", se pregunta Irene Gras Cruz en el proyecto Dones creadores de Castelló. Una investigación, enmarcada dentro del programa de residencias artísticas del Consorci de Museus, y que llega poco tiempo después de que el Institut Valencià de Cultura le encargara revisar la colección del Museu de Belles Arts para evidenciar en una exposición como las mujeres creadoras habían sido eliminadas del relato oficial. "Es evidente que hemos crecido en un imaginario que no reconocemos. Nos hemos conocido por estas representaciones, que no han sido generadas por mujeres. Hace falta reflexionar alrededor de este problema para generar nuevas miradas", manifestaba meses atrás Gras.
La profesional, que es doctora en Historia del Arte y vicepresidenta de la Asociación Valenciana de Críticos de Arte, promovió con este trabajo la relectura y reinterpretación de la colección del centro. Una ambición que no empieza y termina aquí. Ahora, Gras está trabajando en la elaboración de un archivo digital que recoge los nombres y apellidos de todas las artistas relacionadas con la provincia de Castellón. "Sabemos, por ejemplo, que en el MACVAC hubo una especie de comuna donde vivían y residían artistas. Por algunas de las críticas se sabe que eran mujeres, pero las instituciones nunca las apoyaron ni impulsaron sus carreras", cuenta la experta.
A través de esta propuesta, Irene Gras busca dar respuesta al vacío al que se enfrentaron (y se enfrentan) las mujeres. ¿Por qué el mayor expositor de arte de la provincia no contó con ninguna pieza realizada por una artista hasta el año 2009? ¿Están poniendo las instituciones todos los esfuerzos en intentar paliar este vacío intergeneracional de mujeres creadoras? De todas estas cuestiones quiere hablar Castellón Plaza con la doctora en arte. Pero no estará sola. Le acompaña Lucía Moya. La artista, especializada en serigrafía y grabado, ganó el Premio Marte en 2017 y dos años después recibió la Mención de Honor en la Bienal de València Ciutat Vella.
-Irene Gras: Cuando vas al Museu de Belles Arts de Castelló te das cuenta que desde que se inauguró hasta ahora no ha cambiado en absolutamente nada. Por eso, la gente no se había planteado antes el por qué no hay apenas obras hechas por mujeres. Incluso yo también pensaba que habría alguna más en el depósito o que tendrían en almacenes o en restauración, pero cuando el Institut Valencià de Cultura me encarga hacer una revisión de la colección, me doy cuenta de que no. Además de esto no se suelen hacer muchas exposiciones temporales. Con lo que, si a esto le agregas que la colección permanente no hace revisiones, la invisibilidad es un hecho.
-Lucía Moya: Está tan intrínseco y tan metido en nuestra sociedad esta falta de representación que ni siquiera uno se para a pensar en la existencia de mujeres artistas.
-Irene Gras: Digamos que estamos aprovechando la fuerza de la que llaman como cuarta ola feminista para poder hacer este tipo de investigaciones y evidenciar la falta. Mujeres había y hay. De hecho, el número de estudiantes es superior al de los hombres. En cambio, ¿por qué la mayoría de los grandes puestos directivos de los centros los ocupan hombres? ¿Por qué la mayoría de exposiciones anuales son de hombres? Solo hacen exposiciones de mujeres, además solo de mujeres, en el mes de marzo. El resto del año qué ocurre.
Yo tengo 37 años y soy una fanática del arte, una apasionada, allá donde voy visito los museos. Pero ahora me he dado cuenta de que he crecido viéndome reflejada en una mujer que no es real. Era una imagen creada por un hombre, de una mujer perfecta pero no de mujer creíble.
-Lucía Moya: Cuando en la facultad trabajábamos unos artistas cerca de otros te dabas cuenta de que hay mucho que decir. Pero luego vas a un museo y ves que todo eso habita en otra parte, porque allí no está.
-Irene Gras: De objeto, un objeto de representación. Todas las obras realizadas por hombres giran alrededor del cuerpo femenino y las dos únicas piezas de mujeres artistas no tienen representación figurativa de ningún tipo. Esto también llama mucho la atención; el por qué se utiliza a la mujer solamente cómo objeto. Esa hipervisibilidad del cuerpo, pero en cambio la invisibilidad como sujeto creador.
-Lucía Moya: La mujer siempre como musa.
-Lucía Moya: A mi me cansa, porque hay muchas cosas de las que hablar y sobre las que expresarse. Las mujeres tenemos mucho que decir, pero sabemos que es muy complicado vivir del arte únicamente. Tienes que tener otros trabajos. Yo me busco la vida y más bien sobrevivo. Pero no podemos dejar de crear.
-Irene Gras: Como docente he llevado a mis alumnos al Museo del Prado y no me explico como la mayoría de obras son desnudos de mujeres. Antes ni me lo planteaba, pero es necesario que ahora en el siglo XXI se realicen otras lecturas de estas obras de arte para abordar una temática un poco más inclusiva. No es que resulte violento o agresivo verlas, pero todo el rato es un bombardeo de imágenes del cuerpo de mujeres.
-Irene Gras: Principalmente debe generar nuevas miradas y reflexiones y eso no se consigue con una única línea de actuación, es decir, hay que abrir el abanico. Se tiene que diversificar, debe ser un espacio multidisciplinar y multicultural en el que se vean reflejadas desde personas con discapacidad hasta LGBTI. Y no ser colecciones inamovibles.
-Lucía Moya: Hay que crear en la gente esa curiosidad por el arte. Cuando un día pasas de casualidad y decides seguir yendo más veces. Y esto ocurre, principalmente, si conectas con lo que ves. Si te encuentras relejado.
-Irene Gras: Romper distancias, los escalones elitistas.
-¿Qué le pediríais, más concretamente, a un museo de Castelló?
-Irene Gras: Ojalá tras esto hubiera un cambio, pero también soy realista y sé que los pequeños cambios que están habiendo en València o en el resto de Europa, aquí en Castelló se pueden llegar a materializar dentro de 10 años. Más aún, porque todavía hay gente que le cuesta el arte contemporáneo.
-Lucía Moya: La mentalidad nuestra ya no solo se queda en la propia ciudad donde hemos nacido, siempre tendemos a pensar que aquí se hará lo que se podrá y sino tendrá que ser fuera.
-¿Qué obras de mujeres incluiríais en la colección del Museu de Belles Arts?
-Irene Gras: Por la trayectoria se lo merecen artistas como Rossana Zaera, Pilar Beltrán, Mar Arza, que aunque ya esté le añadiría más obra. Después, también, por qué no abrir el camino a emergentes. El Museu no se acaba en el siglo XIX ni en el XXI. Podríamos poner a Lucia Moya, Marta Negre, a Claudia de Vilafamés...
-Irene Gras: Fue muy valiente que una institución se involucrará de esta forma en la revisión de su colección, evidenciando además la falta de mujeres artistas, algo que no lo deja en buen lugar. Pero, ahora debemos intentar cubrir estas carencias. Hay muchas mujeres artistas. Realmente si se ha abierto el camino hacia el arte contemporáneo en Castellón ha sido gracias a mujeres artistas. Son las que están haciendo trabajos más experimentales y atreviéndose a romper esas barreras. Artistas como Ana Sansano, Cristina Santos, Lucia Moya o Marta Negre.
-Lucía Moya: Somos una generación bastante valiente en general, por todo lo que hemos tenido que vivir y por la crisis. Es como si ya no tuviéramos nada que perder. Pero todas seguimos ahí, de alguna manera, por pequeña que sea. No debemos perder esa conexión y red que se está teniendo. Juntas creo que sí lo vamos a conseguir. Igual no a corto plazo, pero sí poco a poco.
Yo ya no pienso en el futuro, estoy en un momento de mi vida que no puedo. No puedo pensar más allá del mes que viene.