ALICANTE. La Generalitat ha subido al escenario del Principal de Alicante para representar su entrada en el capital del teatro. Esta se formalizó a través de una declaración de intenciones que confirmaba el anuncio hecho el pasado 6 de diciembre. De momento falta aún cerrar de manera totalmente oficial la parte administrativa. Cuando esta sea efectiva, la propiedad del centro se dividirá en tres tercios iguales junto al Ayuntamiento y el Banco Sabadell.
En el acto de carácter protocolario han participado el president de la Generalitat Ximo Puig, el conseller de Cultura Vicent Marzà, el alcalde de Alicante Gabriel Echávarri y por parte del Banco Sabadell el presidente de la fundación Miquel Molins y el subdirector general del mismo Jaime Matas. Todos ellos firmaron ante la prensa y representantes de la profesión teatral el documento que anunciaba la puesta en marcha del proceso administrativo por el cual entra la Generalitat.
Las tres partes resaltaron la importancia de la colaboración público privada para conseguir un mejor teatro. "Mostramos la voluntad de la participación y colaboración entre las tres administraciones", ha afirmado Marzà. Matas ha añadido que este es "un claro ejemplo de la colaboración que marca un escenario para un caso de éxito". Y Echávarri lo ha remachado diciendo que con este ejemplo "podemos decir que entra en el siglo XXI de la mano de los que queremos la cultura y a Alicante".
Si en el acto ninguna de las partes ha querido entrar en muchos detalles de lo que significará el cambio, lo que sí empezará ya a trabajarse es que el Principal sea un centro de producción teatral. Así lo ha remarcado el conseller Marzà, quien ha recordado las producciones que se han realizado en los últimos años desde Alicante. El presidente Puig lo ha subrayado frente a lo que ha denominado una política anterior de "elefantes blancos" y "continentes con poco contenido".
De este modo, el Principal se considerará ya como un espacio "no sólo de programación sino también de producción por el que se apueste por grandes montajes". Así lo ha reiterado Marzà quien ha destacado que de esta manera se sitúa como un "referente cultural".
