ALICANTE. "Somos un grupo espontáneo y honesto en lo que hace", empieza contando Jorge Martí. El cantante de La Habitación Roja esta de gira promocional con el undécimo álbum de la banda, Memoria. Este viernes pasan por Alicante y antes atiende vía telefónica para explicar como lo han cambiado todo para seguir sonando a ellos mismos.
"Necesitábamos trabajar con alguien para que hubiera esa chispa y que todo el mundo estuviera en guardia y conectado como cuando haces algo nuevo y visitas lugares desconocidos", señala sobre el cambio de productor tras tener a Santi García en los últimos tres álbumes. "Al trabajar con Paco Loco -aparte de que es una maravilla y te cuida un montón-, tenía en mente el conseguir la ilusión y comunión del que saca el primer disco", comenta.
Con 23 años de carrera lograrlo forma parte de la "virtud del grupo que ante cualquier nuevo reto todo es posible". El entusiasmo con el que lo afrontaron tiene una medida, las tres decenas de temas que escribieron. "Esta vez había mucho material y hemos ido seleccionando", de manera que se ha quedado fuera más de la mitad. "A veces se alinean los astros y a veces grabas y sufres", considera. "En este caso creo que el ambiente era de disfrute máximo: de probar a no dejar nada en el tintero".
El resultado es tan La Habitación Roja habiendo probado nuevas sonoridades. Y sobre todo apostando por el ejercicio descarnado de desnudarse emocionalmente, de una manera casi desesperada e intensa. Un carácter que entronca con el nombre del tema que abre el álbum, Nuevos románticos.
"Creo que se nace ya así", sostiene risueño. Cuando se pone a analizar más detenidamente la idea, razona que "como compositor he intentado ser fiel y honesto a mis sentimientos". El origen de esa apuesta lo encuentra en sus circunstancias personales. "Vivo en Noruega y estoy lejos de familia y amigos", explica, "y creo que en muchos momentos uno se refugia en la música". A ella "van a parar todos esos sentimientos" porque "uno recurre a la composición y hacer canciones cuando tiene ese estado de melancolía".
Por eso asegura que "la música siempre me ha servido de tabla de salvación: si viertes la melancolía en una canción te sientes mejor y sacas algo positivo de momentos que no son tan buenos". A eso, sumar que como grupo se definen como "gente que vive la vida intensamente y siente intensamente". Tanto, que al final, "soy un romántico empedernido para bien y para mal".
Autodefinirse de esa forma también implica el compromiso de "hablar de lo que siento y me toca". Un concepto que le parece importante porque "hoy en día hay mucha gente que no se moja, que no dice todo lo que siente o lo que siente". Una idea sobre la que gira el origen de este tema de apertura, "hablo de gente dispuesta a manifestarse como se siente, diferente o no". Más, cuando "vivimos en momentos de censura y autocensura". Que tienen su mayor reflejo en las redes sociales, cuando nos gustaría opinar pero uno se acaba frenando al recordar lo que sucede a gente que al expresarse de manera inocente le dicen de todo. Ahí recuerda una frase de su compañero Pau Roca, quien decía que es más punible escribirlo o pensarlo que realmente hacerlo.
"Es muy importante el ser honesto y dar un paso adelante y como banda lo hemos hecho", sostiene. Por eso aclara que en todo caso, él no se autocensura, "digo siempre lo que pienso". Y que "en un mundo de gente políticamente correcta" hay quien "no se moja por el miedo a que dirán". Lo que genera "una falta de honestidad muy grande". "En La Habitación Roja hemos cantado lo que hemos querido, sin censura", recalca. Y piensa en frases de su repertorio que quizá no superarían el juicio actual de redes y tribunales.
Si "en los dos últimos discos he tenido una reacción a la miseria y corrupción", ahora "intenta refugiarse en cosas más personales y sentimientos más auténticos y no tanto a cosas que nos intoxican". Es cuando cree que llega el momento de pensar que "tienes que actuar localmente en tu ámbito de decisión -familia y amigos- porque en cómo vives tu día a día están los grandes cambios". De hecho, asegura que si todo el mundo lo hiciera por ese respeto al prójimo "no harían falta grandes eslóganes ni revoluciones; esa sería la más grande, a nivel personal".
Si Nuevos Románticos abre, ¿Quién Eres Tú? se encarga de cerrar el disco. Un tema que surge de su experiencia fuera de la música, su trabajo con enfermos de Alzhéimer y demencia en Noruega. El trabajo en un centro especializado en estos pacientes le afectó mucho, reconoce, "me impresionó desde el principio tratar con pacientes de este tipo porque ves sus álbumes de fotografías de juventud y ves gente plena y sana y sus recuerdos quedan en las paredes pero no están en su cabeza". Eso tiene un calado en su música, por eso quiso escribir "un homenaje a la vida" planteado "desde un enfermo que pierde sus recuerdos y su capacidad de expresar su amor".
Ese testamento vital que aboga por el carpe diem "y que tenéis que intentar ser felices porque es lo que yo hice" lo describe como algo "básico y sencillo", escrito en la intimidad de su casa. Al terminar de componerla, "pensé que era muy especial; la enseñé al grupo, al sello, a Paco y este me dijo que su padre murió de Alzhéimer y le removía un montón de cosas". Al colocarla de cierre han querido seguir su tradición de concluir "con canciones de calado". En esta, aunque algunos le han dicho "que te quedas hecho polvo", él siente que es precisamente lo opuesto, "es dura pero hay esperanza y el mensaje de alguien que dice vive y sé feliz y es lo que hemos intentado".
Una idea similar que se transmite en Berlín. Esta surge de un viaje a la capital alemana, hecho tras una conversación que tuvo con su mujer. Enferma desde hace ocho años, le dijo que habían dejado de hacer cosas juntos a causa de su enfermedad, "pero tú tienes que hacer cosas: no te puedes quedar, tienes que viajar y hacer las cosas que te gustaría". Cuando finalmente fue allá, donde nunca había estado, recordó diferentes etapas de su vida, cuando conoció a su pareja, cuando se fue por primera vez de casa a vivir fuera o cuando se fue del país como estudiante. Entre la alegría del recuerdo y la "profunda tristeza de no poder compartirlas con la gente que yo quiero", compuso el tema.