ELDA. El proyecto de PuppyRide -una correa multiusos para perros pequeños con un depósito de agua para poder rociar la suciedad de las mascotas y dispensador de bolsas para recoger los excrementos- ya es una realidad y ha conseguido superar la fase de prototipo y ser lanzado al mercado. Su creador, Francisco Rullán, de Elda, cuenta a este diario que ya están vendiendo las correas por internet y, a la vez negocian con mayoristas nacionales e internacionales para venderlas por todo el mundo. Además, tiene como socios a una marca de Ibi, NewZoo, que vende productos para mascotas y que ha incluido entre su catálogo la correa PuppyRide y lo aglutinan con otras de sus opciones para mascotas. Además, la fabricación también se realiza por completo en el municipio ibense por parte de la firma 3DLab.
Esta compañía será la que negocie con grandes superficies y empresas del sector para ofrecer el producto, mientras que en la web de PuppyRide venderán a particulares. Y es que, NewZoo ya ha negociado con grandes establecimientos y tiene productos de su marca, por ejemplo en Carrefour. "Ya se han presentado y ofrecido varias de las correas a varias empresas en España y a nivel internacional, y, de hecho, alguna de las extranjeras ya han respondido de forma positiva y ven la posibilidad de poder distribuirlas en Europa y Norteamérica", afirma Rullán. En este momento, sobre todo están realizando la acción comercial en las provincias de Alicante y València.
Según explican desde PuppyRide, tras años de desarrollo, las correas a la venta están pensadas para perros pequeños, tienen una cinta de tres metros de longitud y una capacidad de depósito de agua de 30 centilitros. Son correas adecuadas para canes de 15 kilogramos como máximo, porque la capacidad del depósito y la resistencia de la cinta es apta hasta esos límites. No obstante, tras la puesta en el mercado de estas correas planean realizar diseños de correas para canes de tamaño medio, de una mayor capacidad de depósito y longitud de cinta de cinco metros y será adecuadas para perros de entre 15 y 25 kilogramos. De todos modos, esa nueva correa tendrá que esperar de momento porque, según asegura Rullán, "los moldes de diseño cuestan miles de euros y lleva un tiempo perfeccionar el diseño".
Precisamente, el perfeccionamiento del diseño ha llevado buenas parte de la labor de los últimos meses antes del lanzamiento de la correa PuppyRide. La idea surgió en 2016, cuando Francisco Rullán dio con la idea y pensó los primeros prototipos para PuppyRide. En 2017, a través de un agente de la propiedad intelectual, se presenta la solicitud del Modelo de Utilidad, que se concede en octubre de ese año. Mientras tanto, se continuó mejorando el diseño y haciendo prototipos en impresoras 3D. Más tarde, en 2018 la idea toma forma y empiezan a investigar sobre la fabricación de la correa pidiendo presupuesto a diferentes proveedores.
Al mismo tiempo, elaboraban un plan de viabilidad con resultados positivos y patentan el producto, dado que no existe nada igual en el mercado. Ya en 2019 acudieron a un diseñador de producto para el diseño y fabricación de un prototipo funcional. Ese fue el prototipo que incluyeron en un vídeo que se usó en Kickstarter, plataforma de crowdfunding a la que el equipo decidió acudir en la búsqueda de financiación para el proyecto. Ahora, tras años de trabajo, el producto ya está en el mercado.