La indefinición del Gobierno sume en el caos y la incertidumbre al sector azulejero

CASTELLÓ. La indefinición del Gobierno, que a lo largo de este domingo no ha publicado el Real Decreto ley con el que regular las dos semanas de cierre forzoso de toda actividad económica no esencial, ha sumido en el caos y la incertidumbre a la industria azulejera, que no sabe a qué norma acogerse para decidir si paraliza, o no, sus factorías desde este lunes. De hecho, desde ninguna de las tres patronales que integran el cluster cerámico castellonense, Ascer, Anffecc y Asebec, han querido valorar a este diario la situación tras recibir el sábado una noticia que no deseaban. 

Esto ha motivado una división entre sectores, y también entre las propias compañías, a la hora de decidir su postura. Así las cosas, en la industria azulejera conviven posturas antagónicas, como lo demuestran dos de los conglomerados más potentes. Por un lado, Grupo Pamesa ha decidido enviar al personal a las diferentes plantas y para ello este domingo la dirección redactó un escrito que distribuyó entre sus trabajadores para que estos lo muestren en el caso de que los paren las fuerzas del orden (una especie de salvoconducto, como los han denominado internamente). Por el contrario, Keraben, Saloni e Ibero, pertenecientes a Victoria PLC, transmitieron a sus empleados que no deben acudir ya este lunes a sus puestos de trabajo.

Las esmalteras, mayormente a trabajar

En cuanto a las empresas integradas en Anffecc, la patronal de fritas, esmaltes y colorificios cerámicos, han decidido mayormente acudir a sus centros de trabajo. Lo hacen después de que varios borradores del Real Decreto ley 10/2020 -que debe regular las dos semanas de paralización y los permisos retribuidos- recojan que el subsector del vidrio, en el que las firmas consideran que se encuadran, está entre las actividades permitidas. Pero esto alza dudas en el resto del cluster, fuentes de las cuales apuntan que el borrador además no tiene ninguna validez hasta el momento en que sea publicado. 

A pesar de ello, compañías como Esmalglass y Fritta, pertenecientes al mismo grupo, continuarán a primera hora de hoy en producción. En esta última, eso sí, han decretado ya que la mitad de la plantilla de administración y laboratorios disponga de sus vacaciones durante las próximas dos semanas. 

Por su parte, muchas de las empresas de maquinaria cerámica integradas en Asebec ya comenzaron este domingo a cesar su actividad. Entre ellas hubo incluso algunas que se pusieron en contacto con las fuerzas del orden para preguntarles por el desplazamiento para proceder al cierre, ante lo cual estas respondieron que, a partir de este lunes, seguirían las órdenes ante la posibilidad de acudir a las factorías.

Nervios

Ante esta falta de información, en todas las empresas "internamente están muy nerviosos", señalan fuentes del sector. Y es que no publicar la orden durante toda la tarde del domingo, después de que el Consejo de Ministros concluyese alrededor de las 14.00 horas, sumió en el desconcierto a los dirigentes cerámicos. Reuniones por videoconferencia y llamadas telefónicas marcaron la jornada. 

Muestra de ello es la petición del president de la Generalitat, Ximo Puig, al del Gobierno, Pedro Sánchez, en la videoconferencia con el resto de comunidades de la mañana del domingo, para permitir una "flexibilidad exigente" en el cierre de las empresas. Una petición que desde la patronal azulejera Ascer transmitieron a Puig en la noche del sábado, así como también a la subdelegada del Gobierno en Castellón, Soledad Ten. 

La principal demanda de Ascer es ver cómo se puede articular el apagado de los hornos cerámicos, algunos de los cuales (los refractarios) tardan días en perder el calor acumulado. Estos son los más viejos, mientras los nuevos, hechos con fibra de vidrio, se enfrían en unas horas. Esta problemática sí es más acusada en los hornos de fritas, cuyo proceso se puede prolongar hasta 3 o 4 días. 

En esta tesitura, a la espera de concreción, encara el sector cerámico las primeras horas de este lunes.