ALICANTE. La crisis del coronavirus y sus 'tiempos' se han cebado especialmente con el sector del calzado, junto al de la hostelería y el turismo. Las olas más duras de la pandemia y las restricciones aparejadas han coincidido con los momentos clave de las temporadas de primavera y otoño de los fabricantes, que han tenido que soportar el cierre de comercios y fronteras en sus cuentas de resultados del último ejercicio. Un impacto que ya se empieza a ver negro sobre blanco en las cuentas anuales de algunas empresas como la archiconocida Panama Jack, cuyo año fiscal va de mayo a abril, y que por tanto ya incluyen en 2020 la afección de la pandemia sobre su negocio.
Así, las cuentas anuales de Panama Jack referidas al ejercicio cerrado el último día de abril de 2020 recogen una caída de la facturación del 11%, al pasar de los 90 millones de euros que ingresó la firma de Antonio Vicente el año anterior a los 80 millones de euros que facturó el último ejercicio, finalizado cuando ya había transcurrido un mes y medio del primer estado de alarma y, de hecho, toda España estaba aún confinada y los comercios no esenciales cerrados. Pese a la caída de las ventas durante la primera ola, que dio un importante 'bocado' al volumen de negocio de la firma, Panama Jack cerró el año con un beneficio próximo a los 9 millones de euros, un 18% menos que en 2019 (11 millones).
Durante el último ejercicio, además, la firma con sede en Elche Parque Empresarial llevó cabo diversas iniciativas para prepararse ante la crisis sanitaria, tal como recoge la memoria anexa a las cuentas. Entre ellas, la más llamativa, su refuerzo de los recursos propios en el balance con un incremento notable de sus reservas, tanto la legal como la voluntaria, cifrado en más de 11 millones de euros.
La posición financiera de la mercantil, que ya era óptima antes de esta operación (sin deuda bancaria), se ve reforzada con esta inyección de recursos para prevenir posibles impactos futuros. Lo que no hizo Panama Jack durante el primer mes y medio de pandemia fue suspender su actividad o tramitar ERTE alguno, según el informe de gestión, de modo que la empresa siguió operando con relativa normalidad y todos los protocolos de prevención necesarios ante el virus, según destaca el documento.
Una vez cerrado el ejercicio, como ha contado Alicante Plaza, Antonio Vicente reorganizó la estructura de su grupo y Panama Jack absorbió a sus filiales de marketing, Corporate Marketing Consulting, y comercio minorista, Patcasa. Fue el pasado mes de septiembre cuando se certificó la fusión por absorción de estas dos mercantiles en la empresa 'madre', para unificar toda la actividad relacionada con Panama Jack en una sola sociedad, y dejar al margen exclusivamente la rama inmobiliaria, Garganta Construcciones, que sigue pendiendo de la sociedad holding, Grupp Internacional.
Antonio Vicente posee el 75% de las acciones de la sociedad 'holding', mientras que su esposa es la titular del 25% restante. Ambos, como contó Alicante Plaza en su día, comparten la responsabilidad de la administración del grupo desde 2017, cuando María José Martínez se convirtió junto a su marido en administradora solidaria de Grupp Internacional, que a su vez tiene el 100% de Panama Jack y ejerce como administrador único.