CASTELLÓ. A día de hoy nadie -o posiblemente nadie- se ha quedado sin hacer una vídeollamada. El confinamiento nos ha dado una oportunidad de oro para charlar con viejos amigos, con familiares o con antiguos compañeros de trabajo y por eso se han sumado a la comunicación por streaming hasta los que sentían más tirria por hablarle a una pantalla. Esto es así. O te animabas a hacer un Zoom o un Skype, o a probar suerte con quien te pudieses encontrar en el supermercado de al lado de casa. Pero el confinamiento no solo ha conseguido esto, ha supuesto mucho más. También han surgido varias obras teatrales que han abierto la veda a explorar otros formatos que incorporen las nuevas herramientas digitales.
Es el caso de la compañía de Castellón La Ravalera que, aunque prefieren no catalogar su nueva creación como una pieza teatral, sí combina el lenguaje escénico con las posibilidades que brinda la red. De hecho, la trama de Què fas ahí? se desarrolla a través de una videollamada. Todo gira alrededor de los 15 minutos que, en este caso, dura la quedada. "El público no nos estará viendo en directo, pero se encontrará con una historia que quizá les suene. Planteamos una obra de autoficción, hecha con muy pocos recursos y que parte de nuestras vivencias", explican sus creadoras, Núria Vizcarrro y Laia Porcar.
Los viernes, cuando eran más viernes, eran día de ir al teatro. Al menos en su caso, el Paranimf de la Universitat Jaume I reservaba tradicionalmente este día para estrenar un espectáculo escénico. Como es evidente, esta tradición se perdió con la llegada inesperada de la crisis sanitaria, pero desde hace una semana el espacio cultural ha querido devolverle a este arte su protagonismo con la emisión en streaming de diferentes piezas breves que, dependiendo de la semana, serán de música, danza, teatro o circo. El ciclo, que empezó la semana pasada con una sesión de clowns, cambiará su parrilla el próximo 15 de marzo con la propuesta de La Ravalera, quienes afirman que en un primer momento no sabían muy cómo sumarse a este tipo de teatro "confinado".
"El terreno audiovisual no es el nuestro. No somos profesionales en esto. Ni tenemos buenas cámaras, ni tienen una buena resolución. Por eso cuando al principio nos propusieron participar no sabíamos cómo hacerlo. Menos mal que se nos ocurrieron las videollamadas", confiesan las artistas. Y es que además, aunque parezca que desde que estamos encerrados los días se dilatan y suman horas, en muchos de los casos, estos se vuelven menos productivos y crear no se crea ni igual ni tanto. "En mi caso es complicado porque tengo dos hijos y mi pareja trabaja, por eso tengo no tengo más tiempo que antes del confinamiento. Y a esto se le suma la incertidumbre. Para mi la creación necesita de tranquilidad. Si en el fondo tienes la mente muy ocupada y estás tan preocupada, no vas a poder crear. En este caso, nos hemos ilusionado porque es un proyecto con un objetivo claro, y además remunerado", explica Porcar.
Así, aunque pueda parecer que en estos días la imaginación brota de manera completamente desbordada, es "todo lo contrario", como apostilla Vizcarro. En su caso, la creadora sí ha podido continuar escribiendo para un proyecto que ya tenía entre manos, pero, según nos cuenta, la mayor parte del tiempo se ha sentido desorientada. "Pensamos mucho en qué es lo que podremos hacer cuando todo termine, cuál es el tipo de teatro que podremos ofrecer. No sabemos ni siquiera si podremos exhibir, pero tampoco si será el mejor momento para encerrarnos a crear un nuevo espectáculo. También a nivel general hablamos mucho con el sector para ver qué dirección toma".
A este desasosiego que sienten ambas artistas, se le suma la cancelación del festival que ambas organizan, la Fira de Teatre Breu de Castelló que tenía que haber celebrado su sexta edición a mediados de abril. Era bastante complicado comprometerse a aplazar la cita. No únicamente por la incertidumbre que hay de por si, sino porque en este caso la naturaleza del proyecto se basa en juntar a decenas de personas en espacios cerrados tan peculiares como el Refugio Antiaéreo. "No sabemos cuándo se podrá salir ni cómo. De hecho, para Què fas ahí? teníamos pensado hacerle unos últimos retoques juntas ahora que íbamos a pasar a la Fase 1, pero como no ha sido así, no podemos hacerlo. En estas circunstancias no se pueden tomar grandes decisiones, porque seguramente todo cambie rápido", lamentan.
Lo que está claro es que de momento se podrá ver a las artistas por streaming. En una videollamada, posiblemente, más productiva que las muchas que hemos dado en esta cuarentena.
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